Si bien Salma Hayek es una de las artistas más consagradas de Hollywood, no todo fue color de rosa en su vida, ya que algunos directores la desechaban para ciertos proyectos. La ganadora de dos premios TVyNovelas y la también nominada al Oscar por su papel en la película "Frida", en sus comienzos no pudo hacer comedias.A base de mucho esfuerzo, profesionalidad y talento, Salma pudo llegar a donde está hoy: en un lugar de estrella de Hollywood, donde seguramente tiene varias convocatorias al año para sumarse a proyectos cinematográficos. Además, la actriz también tiene su propia productora que ya ha recibido reconocimientos: "Ventanarosa".La veracruzana recordó sus inicios en conversación con la prensa y se remontó a la película "Del crepúsculo al amanecer" ("From Dusk Till Dawn") de 1996. En la cinta, la histriónica de 56 años encarnó a una bailarina erótica que se transforma en vampiro con una serpiente sobre sus hombros.Luego de ese trabajo, a la artista nacida en Coatzacoalcos le comenzaron a aparecer propuestas de personajes sensuales como strippers o bailarinas de discoteca. Así fue que interpretó a mujeres "exóticas" como Sara Sandoval en "Bandidas" (junto a Penélope Cruz), Rita Escobar en "Wild, Wild West" o Carolina en "El mexicano".Pero lo cierto es que ella se moría de ganas de hacer otro tipo de personajes, enmarcados en otras historias: "Me encasillaron durante mucho tiempo, [...] toda mi vida quise hacer comedias y la gente no me daba comedias". Luego la artista confesó cuál fue el primer papel de este tipo que recuerda con mucho cariño."No pude conseguir un papel cómico hasta que conocí a Adam Sandler, quien me puso en una comedia ¡Y yo ya tenía cuarenta y tantos!", fue lo que dijo Hayek, acerca de la película "Son como niños" de 2010.Además, dejó claro cuál era el prejuicio en aquella época del cine: "Eres sexy, así que no puedes tener sentido del humor. [...] No solo no se te permitía ser inteligente, tampoco se te permitía ser graciosa en los noventa".vll