Lograr que una propuesta audiovisual sea exitosa no es cuestión de suerte ni de lo bonita que resulte en pantalla, para el director y animador español Rodrigo Blaas la clave está en la construcción inicial del guion y cómo el concepto visual de la historia tiene que ser coherente con la historia que realmente se quiere contar.Rodrigo Blaas, quien ha estado detrás de la animación de filmes como “Ratatouille”, “Los Increíbles” y “Buscando a Nemo”, por ejemplo, ayer se sumó a las jornadas de la tercera edición de Sublime Jalisco 2020 que culminan hoy, en donde charló con la cineasta tapatía Karla Castañeda sobre los diversos procesos creativos, de dirección y producción en los que ha participado de la mano de Pixar y Netflix, entre otros estudios productores.Tras recordar sus primeros acercamientos a las expresiones audiovisuales siendo un niño en Andalucía e integrarse a proyectos de renombre como “showrunner” en “Trollhunters” junto a Guillermo del Toro, Rodrigo Blaas enfatizó que para cualquier proyecto es necesario contar con equipos multidisciplinarios no solo en materia cinematográfica, pues recordó cómo para la elaboración narrativa y estética de “Ratatouille” -dirigida por Brad Bird para Pixar-, la producción incluso apostó por la asesoría e ingenio del chef Thomas Keller para reinventar al afamado platillo que es eje central de la historia y así generar una experiencia diferente en el espectador.“Cuando enseñas ese plano y visualmente dices que es algo que apetece y después el sabor lo comunicas también visualmente, y logras ese momento de ir atrás en el tiempo para volver a esa inocencia, de la memoria del sabor y el olor, eso es tan importante, porque te traslada a eso. La idea es que la audiencia, al terminar la película, se relame los dedos de los bueno que está el plato, la película”.A raíz de experiencias como “Ratatouille” y que le valieron galardones como el Premio Oscar y el Globo de Oro a la Mejor película de animación, Rodrigo Blaas recalcó cómo los distintos departamentos creativos de un proyecto deben conjuntarse y lograr así una simbología propia, al poner de ejemplo cómo la producción de “Ciudad de Dios” del director brasileño Fernando Meirelles logró englobar desde el guion y los primeros minutos de la cinta para que el público identificara inmediatamente de qué se trataba la historia y sus personajes.“El simbolismo en el cine es realmente muy importante y parte de lo más complicado. El simbolismo engloba y conecta a casi todas las disciplinas desde música, guion y lo visual. Para mí ‘Ciudad de Dios’ es una película muy dura, pero impacta mucho y desde el principio, en su introducción, es un gran ejemplo de cómo lograr la esencia del personaje, en los primeros dos o tres minutos ya es difícil dejarla, porque te lo pone claro y sutil”.JL