"Contaminador y criminal", es como califican en redes sociales a personalidades que utilizan sus jets privados para viajes cortos. Uno de los acusados fue el director Steven Spielberg, por tomar un vuelo de 28 minutos. Innumerables memes, fotos y videos humorísticos, circularon burlándose de Taylor Swift después de la publicación el viernes de un análisis de la agencia de marketing Yard, que la clasificó como "la celebridad más contaminante del año", con 170 vuelos desde principios de año. Kylie Jenner también fue calificada de "criminal del clima".Jack Sweeney, un estudiante de 19 años, lanzó está cuenta. Comenzó en junio de 2020 siguiendo el jet privado de Elon Musk y ahora tiene 30 cuentas que rastrean a estrellas del deporte, al jefe de Meta, Mark Zuckerberg, e incluso a oligarcas rusos. Inspiró a otros internautas como Sebastián*, un ingeniero aeronáutico de 35 años que creó en abril la cuenta "I Fly Bernard", sobre los trayectos de los aviones de multimillonarios franceses para presionarlos respecto a su huella de carbono."Lo que trato de denunciar es la utilización de aviones privados como taxis", explica, señalando los numerosos vuelos nacionales o europeos efectuados. "En Europa, las tres cuartas partes de estos vuelos podrían realizarse en tren", denuncia William Todts, director ejecutivo de Transport & Environment, que agrupa a oenegés europeas del sector.La aviación privada está en pleno auge desde la pandemia, ya que sus clientes desean evitar la supresión de vuelos y la promiscuidad frente al covid-19. La semana pasada, un portavoz de Taylor Swift dijo en la prensa que ella "presta regularmente su jet a otras personas". "Atribuirle la mayoría o todos estos vuelos es totalmente incorrecto", detalla.El rapero Drake, señalado por un vuelo de 14 minutos entre Toronto y Hamilton, respondió en Instagram que el avión había sido trasladado para estacionarlo en otro lugar, "nadie estaba a bordo", afirmó. Otros multimillonarios franceses como Bernard Arnault, Jean Charles Decaux y Vincent Bolloré, también afectados por la cuenta Twitter, no quisieron comentar. Jarrige espera que este movimiento en las redes sociales se convierta en una acción política. "No se trata de prohibir totalmente los vuelos, pero es necesario que los más ricos hagan un esfuerzo de sobriedad", precisa, abogando por inversiones en el ferrocarril.*El nombre fue cambiado porque la persona desea mantener su anonimatoFS