La temporada de frío está a la vuelta de la esquina y en lo primero que se piensa es en sacar la clásica cobija de tigre San Marcos, un ícono de la cultura popular mexicana que año tras año no falla debido a su increíble capacidad para mantenernos abrigados mientras dormimos. La cobija de tigre San Marcos fue creada por Jesús Rivera Franco, un hombre originario de Teocaltiche, Jalisco, quien en la década de 1920 se dedicaba a la venta de sombreros. Sin embargo, debido a la Guerra Cristera, se vio obligado a abandonar su tierra natal. Junto con su familia, se trasladó a Aguascalientes, donde continuó en el negocio textil, pero se inclinó por un producto más popular en la región: los sarapes. Según el experto en moda, Manu Styling, Jesús Rivera Franco tuvo tanto éxito en su negocio que decidió fundar su propia empresa, dedicada a la fabricación de colchas de manta. Sin embargo, el aumento en el precio de la tela lo llevó a buscar alternativas. Durante un viaje a España, descubrió las mantas de acrílico, un material más ligero y económico, lo que lo inspiró a probar con este nuevo material. En la década de 1970, logró crear la manta con el grosor deseado, disponible en varios colores y con diseños que representaban paisajes, donde se destacaban flores, lagos y animales como el tigre, león, osos, entre otros. El éxito fue tan grande que comenzó a exportar a Estados Unidos y América Latina. Sin embargo, debido a la competencia de empresas nacionales y extranjeras que replicaron su fórmula, el negocio de la familia Rivera Franco llegó a su fin a principios del siglo XXI. Es por esto, que la famosa cobija de tigre San Marcos se ha convertido en un símbolo nostálgico para muchos hogares mexicanos, excepto para quienes les tocó lavarlas a mano. EE