Viernes, 22 de Noviembre 2024

Pinocho: Paternidad, pérdidas y guerra a la italiana

Este año llegó a escasos cines y a Netflix “Pinocho” del tapatío Guillermo del Toro

Por: Maité Ruiz Velasco

Este año llegó a escasos cines y a Netflix “Pinocho” del tapatío Guillermo del Toro. NETFLIX,INC

Este año llegó a escasos cines y a Netflix “Pinocho” del tapatío Guillermo del Toro. NETFLIX,INC

Este año llegó a escasos cines y a Netflix “Pinocho” del tapatío Guillermo del Toro, la que es considerada por muchos una versión “más oscura” pero superior a lo que se ha hecho antes (sobre todo al decepcionante live action que Disney estrenó recientemente. Sobre ser una versión más oscura, Guillermo del Toro reveló en entrevista con el estadounidense Jimmy Fallon que piensa todo lo contrario sobre su filme, ya que para poder apreciar la luz se necesita un poco de oscuridad.

“Pinocho” de Guillermo del Toro destaca no solamente por la increíble animación stop motion, el reparto que incluye a estrellas como Cate Blanchett y Ewan McGregor, o por haber cambiado el final original de la historia; esta nueva versión da otro enfoque a la historia del muñeco de madera que cobra vida para acompañar al viejo Gepetto.

Mientras que la caricatura de Disney de 1940 se siente como un regaño-reclamo hacia los niños: “No fumen puro ni jueguen billar, o se van a convertir en burros”, la cinta de Guillermo del Toro, es más bien un reclamo dirigido a los adultos, sobre cómo la obsesión por la guerra, la política, el dinero y la religión afectan a los más pequeños, que sólo buscan divertirse y hacer que sus seres queridos se sientan orgullosos. Ni Benito Mussolini queda exento de críticas.

A diferencia del Pinocho de 1940, que se escapa de su casa para beber alcohol, fumar, apostar y jugar billar, en esta nueva versión Pinocho es rebelde como un niño pequeño: no sigue las reglas cuando no le conviene,  rompe accidentalmente objetos que no debería tocar, y sus acciones están sujetas a los deseos egoístas de los adultos.

Gepetto también es un adulto imperfecto, cuya depresión lo lleva al alcoholismo y a llamar a su segundo hijo “una carga”.

Además se reinventa el concepto de “niño de verdad”. ¿Qué es un niño de verdad? Según Disney, alguien de carne y hueso. Según Guillermo del Toro, alguien mortal que al ser tan joven, algún día tendrá que decir adiós para siempre a los adultos que alguna vez cuidaron de él, y está bien, porque es el ciclo de la vida.

Pinocho madura al entender que incluso -y sobre todo- los adultos son imperfectos, y suelen decir cosas que no son ciertas cuando se sienten heridos. Con un grillo-consciencia ausente en casi toda la historia, Pinocho aprende -como los niños- a prueba y error, y descubriendo en qué adultos imperfectos puede confiar y en cuáles no.

Al principio Pinocho no carga con el peso que cargamos todos los mortales ya que no corre ningún riesgo. Sin embargo sí tiene la carga de cualquier hijo mayor, de en medio o pequeño. A pesar de no ser el primer hijo de su padre, nunca llega a conocer a Carlo y conoce a un Gepetto casi inexperto en el cuidado de los hijos, Pinocho sufre como un hijo mayor el tener que descubrir experiencias nuevas a prueba y error y junto a Gepetto descifrar sobre la marcha cómo ser mejores padre e hijo.

Como segundo hijo, Pinocho tiene la carga de ser comparado con su hermano mayor y a cada momento intentar convertirse en él para enorgullecer a su padre.

Y como hijo pequeño, la enorme diferencia de edad entre él y el viejo Gepetto suponen una dificultad adicional en su crianza. Además, sufrirá la desgracia de ser joven cuando su padre se vaya para siempre.

“Pinocho” de Guillermo del Toro  definitivamente ha superado las expectativas de la audiencia, al ser una obra sobre la vida en sí, con la que cualquiera se puede sentir identificado fácilmente.

MR

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