La comedia es por mucho uno de los géneros que ha cautivado a Diana Bovio, especialmente cuando llegan personajes que le permiten explorar las luces y sombras de los seres humanos, la ambición y el poder desde una perspectiva divertida, pero también cargada de reflexión y crítica hacia la idiosincrasia mexicana.Es por ello que inmediatamente aceptó el reto de dar a vida a la estafadora “Marisela” en “Lecciones para canallas”, el filme más reciente del director Gustavo Moheno coprotagonizado por Joaquín Cosío, que tuvo su estreno nacional en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) y así marcar la cuenta regresiva para llegar a las salas comerciales este 1 de septiembre, con el respaldo de Cinépolis Distribución.Diana, quien ha participado en proyectos como “De brutas, nada”, “Historia de un crimen: La búsqueda” y “Mirreyes contra Godínez”, entre otras, resalta, en charla con EL INFORMADOR las gratas sorpresas que el espectador encontrará en “Lecciones para canallas”, en donde “Marisela”, junto a su pareja, el temido maestro del engaño “Barry el sucio” (Joaquín Cosío), tendrán que confrontar su estilo de vida ante la inesperada llegada de “Jenny”, interpretada por Danae Reynaud, quien tendrá que decidir si se suma a las estafas mejorando las tácticas o si cambia el destino de todos.“Me sorprendió al verla en pantalla, aunque yo sabía de qué va, pero logró sorprenderme. Quién no va querer trabajar con Joaquín Cosío y divertirse, fue un reto desde el principio, fue interesante conectar también con esa oscuridad que tiene ‘Marisela’, con los canallas, que es la gente que sabe que está haciendo mal y no tiene remordimiento”. Diana resalta el peculiar humor que “Lecciones para canallas” tiene, y aunque su personaje “Marisela” y “Barry” son estafadores sin escrúpulos, la actriz se enfoca en el tratamiento que estos desalmados villanos tiene al mostrar las motivaciones que los animan a cometer sus fechorías, sin imaginar que después tendrán que responsabilizarse de sus acciones.“Tienen una desfachatez y un cinismo loquísimo, se me hacía interesante explorar eso, entender de dónde viene esta maldad, de dónde viene esa necesidad de llenar un vacío con cosas, con dinero, con atención, se me hacía un personaje muy interesante”, explica.Teniendo en el guion a Ángel Pulido y a Gustavo Moheno en la dirección, Diana considera que “Lecciones para canallas” fue una producción particular, no solo por cómo es que se exploran las estafas, pues también llevar otros dos proyectos a la par en rodaje, que la obligaban a movilizarse en el mismo día entre Puerto Vallarta y Ciudad de México, fue un desafío que le implicó reforzar su atención en cada escena y no perder de vista la esencia que “Marisela” requería.“Creo que una de las transiciones más importantes es cuando ya te ves físicamente como el personaje, con el vestuario, con el diseño del maquillaje, ahí entendí también los recursos de ‘Marisela’, desde el principio traté de entender de dónde venía, por qué estaba con ‘Barry’, al verme al espejo me dio esa seguridad, esa fuerza en la sensualidad del personaje”. El guionista Ángel Pulido y el director Gustavo Moheno, resaltan, en charla con esta casa editorial, que su fascinación por las películas de estafadores, como “El Golpe”, dirigida por George Roy Hill, los llevó a plantear esta historia en México y replantar cómo un estafador como “El Barry, el sucio” lograría sus engaños al verse en un dilema personal que, a la par, exhibe también cómo operan las cúpulas de poder.“Pensamos en hacer una película que siguiera al género de las películas de las estafas, pero que, además de que fuera divertida, tenga también esa fuerza emocional, esa entraña y crítica social. Ese fue el reto, armar una historia muy mexicana, porque lo canalla se nos da”, remató el cineasta Gustavo Moheno. Prepara tu agenda cinéfila con los próximos estrenos de Cinépolis Distribución