La película “Blondi” (Argentina/ España/ Estados Unidos, 2023), que se estrena hoy en salas de cine en México -en Jalisco llegó a Cinemex, Zapopan Acueducto- es el primer largometraje bajo la dirección y actuación de la actriz argentina Dolores Fonzi, quien intervino por igual en el guion; pero es además una cinta contemporánea que aborda las situaciones familiares de modo inteligente y agradable, con un elenco de primera.De acuerdo con la historia, “Blondi” y “Mirko”, a simple vista, parecen una pareja convencional: viven juntos, escuchan la misma música, ven las mismas películas, les gusta fumar, ir a conciertos, compartir las amistades, y aunque parecen de similar edad, “Blondi” es la madre de “Mirko”; en su entorno cercano, la madre de “Blondi”, la hermana, los sobrinos y los compañeros de trabajo conforman un rompecabezas actual donde todo fluye -no sin bronca- y se recompone al final. En entrevista con EL INFORMADOR, Fonzi comparte que “es la primera vez que dirijo; y empezó todo con las ganas de hacer algo, no es que fuera contar una película sobre maternidad o mujeres. Yo tenía una imagen fuerte en mi cabeza que me inspiró una novela que leí, quise trabajar sobre una madre y un hijo solos, donde los roles están invertidos; y después darle tono de comedia: la madre más inmadura que el hijo, el hijo más maduro. Después se fueron agregando capas, aparece una hermana que se va, su marido particular, los sobrinos, la madre de ‘Blondi’ (que fue madre adolescente) y surge esta relación horizontal por estar medio criados juntos”.La directora y coguionista reconoce que “es poco usual ver películas de gente que no tiene problemas, creo que desde Europa lo que esperan del cine latinoamericano es gente que la pasa mal, gente pobre y marginal. Esta cinta bien pudo ser para un mercado europeo, con una madre yonqui y una familia disfuncional, y eso nos condena a contar esas cosas que los deja tranquilos allá. Pero en esta película, “Blondi” no tiene problemas, es feliz con su vida, ama al hijo y no le falta nada, salvo un padre que -aunque ausente- está cubierto por los otros”. Así, en el filme, relata Fonzi, “la paternidad se determina por dedicar energía, invertir tiempo, cariño y energía en una persona, se habla de los vínculos desde lo horizontal, cómo se quieren y comparten la vida sin seguir los mandatos de la sociedad. Más allá de que haga justicia al porcentaje mayoritario de personas que crían solas a sus hijos (que son las mujeres, lo que es un hecho), mantiene muchas líneas con las que alguien se puede identificar en la película. Y al estar contenido todo por la comedia, la historia plantea todos los temas de forma llana, sin imposiciones solemnes”.De igual modo, la banda sonora de la cinta es fundamental, hay un registro emotivo; cuenta la directora que “el disco de The Velvet Underground parece que lo oía ella cuando estuvo embarazada de su hijo, quedó medio varada en ese momento; si ambos se vuelven adultos cuando “Mirko” debe partir, creo que lo lindo es que no se empodera sola ella, y no termina ahí sino que se hace cargo de otros. Lo que me parece importante entender es que nadie se salva solo, el cine es un trabajo colectivo y las sociedades igual. La red de contención es fundamental para todos los ámbitos de la vida. Y es bueno entenderlo: la labor colectiva es lo que nos sacará de problemas. El trabajo colectivo es el que hace la diferencia”. CT