La guerra se ha trasladado al terreno del entretenimiento y lo virtual. El conflicto reciente entre Rusia y Ucrania pone en jaque las relaciones que Rusia mantiene con distintos conglomerados internacionales, incluidos los de la comunicación. Netflix se ha unido también a la refriega y a las tensiones incesantes que comenzaron desde la madrugada aciaga del 24 de febrero, cuando Rusia dio inicio al ataque en Kiev en un acto subrepticio que ha modificado el rumbo de la historia contemporánea.La compañía estadounidense de streaming se rehúsa a aceptar los términos de la nueva ley audiovisual rusa, cuyas políticas obligarían a las plataformas y servicios audiovisuales a transmitir programación afiliada al Kremlin si desean seguir operando dentro de las fronteras rusas.De acuerdo con la información brindada por el Moscow Times, 20 canales federales, entre los que destaca el de la programación de la Iglesia Ortodoxa, deben ser transmitidos de modo forzoso en las plataformas de streaming. No sólo eso, sino que también una de las disposiciones es prohibirles a los medios cualquier contenido que promueva el “extremismo”. La legislación resultó polémica en todo sentido. Netflix ha rechazado la nueva política impuesta, haciendo eco al hecho de que Meta (que agrupa Facebook, Instagram, Whatsapp) limitara el uso de sus redes sociales a la cadena de televisión internacional RT y a la agencia Sputnik, ambas afiliadas y financiadas por el estado ruso.Debe recalcarse que la decisión de Meta de retringir sus servicios fue una petición implícita de la Unión Europea, en una tentativa más de bloquear ideologías rusas en Occidente. A su vez, Thierry Breton, comisario del Mercado Interior y Digital de la Unión Europea, y Reed Haxtings, director de Netflix, acordaron por videollamada a no contribuir a cualquier clase de tergiversaciones o propaganda política que pudieran ser implementadas por el gobierno ruso, teniendo en cuenta el tenso panorama que mantiene al mundo en vilo."Los reguladores de los medios de comunicación, los operadores de telecomunicaciones, los servicios de 'streaming', las plataformas en línea... todos deben desempeñar su papel para contrarrestar la propaganda de guerra del Kremlin", indicó Breton. No obstante, no se sabe todavía de qué modo Netflix evitará las nuevas legislaciones del gobierno ruso, en caso de que se apliquen, ni tampoco si dejará de operar u ofrecer sus servicios de streaming en el país. Con información de SUN.FS