Es posible que el enorme éxito de la miniserie de Netflix Inventando a Anna (Inventing Anna, 2022), dirigida por la experimentada Shonda Rhimes, sea la compleja pero muy atrayente historia real que dio origen a este producción de nueve entregas; se trata de cómo una chica, bajo el nombre de Anna Delvey, se finge socialité en el mundo de las clases pudientes norteamericanas, dándose la vida de una heredera –eso decía– de una adinerada familia alemana.La base para proyectar Inventando a Anna fue un extenso reportaje de la periodista Jessica Pressler (para la publicación New York Magazine) en el que revela la verdadera historia de Anna Sorokin (quien se hacía llamar “Anna Devley”), una joven nacida en Rusia y criada en Alemania que, con sus poco más de veinte años de edad, consiguió engañar a bancos, inversionistas, hoteles, mercaderes de arte y diseñadores de modas de Nueva York.La serie relata la historia de la aspirante a socialité bajo la mirada de la periodista “Vivian Kent”, que interpreta la actriz Anna Chlumsky, y el personaje se inspira (sólo en parte) en la periodista Jessica Pressler, quien dio a conocer al mundo la historia de la muchacha que engañó durante cuatro años a muchos neoyorquinos acomodados. En la serie, sin embargo, Vivian hace algunas visitas a Anna en la prisión –tal como pasó en realidad– y se obsesiona con su historia (lo que, obvio, es ficción).La historia de Sorokin se dio a conocer en redes sociales, por vez primera, en 2018, lo que coincidió con las fechas en que Netflix contrató los servicios de la productora Shonda Rhimes quien, con su ojo experimentado y probada fuerza creativa (Grey's Anatomy es buen ejemplo de ello), buscó a la joven defraudadora (que por entonces seguía en prisión preventiva) y la compañía firmó un acuerdo de derechos con ella por 320 mil dólares.En resumen, entre 2013 y 2017, mientras vivió en los Estados Unidos, Sorokin se hizo pasar por una rica heredera alemana interesada en la moda que, próxima a “acceder” a un fideicomiso de 60 millones de dólares, se dio vida de millonaria y embaucó a todos con su habilidad y trucos para convencer a las personas, aerolíneas, administradores de tiendas, hoteles y restaurantes (hasta las propinas que dejaba eran exorbitantes).Y no se limitó a Nueva York o a viajar a distintos puntos de Estados Unidos, también organizó traslados grupales a Marrakech y Paris, utilizó deformadores de voz para hacerse pasar por agentes financieros que justificaran la demora en sus depósitos; llena de detalles increíbles, las andanzas ilegales de Anna Sorokin han servido de base para una de las series con mayor éxito en plataformas de streaming. Ya se prevé una nueva temporada.JL