Juan Gabriel sabía que había creado un “fenómeno” y que viviría entre sus fans aunque muriera, dice en una entrevista Natalia Baeza, amiga del cantante y autora de un libro en el que habla del “Alberto” con el que ella compartió desde la adolescencia.Baeza aseguró que no busca “notoriedad” ni hacer un “negocio” con la publicación de “El más querido, cartas a mi amigo Juan Gabriel (Tintero, 2019)”, que sale a la venta a finales de este mes a través de internet. Afirma que en realidad lo hace por cumplir “una promesa” a su también padrino musical.Aunque no es escritora, cuenta que Alberto Aguilera Valadez, el verdadero nombre del cantautor, le encomendó escribir un libro sobre él porque le gustaba la forma “coloquial” en la que ambos se escribían por correo.La que fuera telonera del “Divo de Juárez” en conciertos dentro y fuera de México cuenta que el resultado es una serie de cartas íntimas en las que describe a Alberto, no al fenómeno que él creó, al que le dedicó todas sus fuerza y que al “final del camino lo agotó”.“Estoy tocando más que a Juan Gabriel al ser humano, al Alberto. Es caminar en el laberinto de nuestra intimidad, de nuestra vida, de nuestras cosas. Van a conocer al Alberto con muchos aciertos y con muchos errores”, matizó la mexicana.Se trata de 38 cartas en las que le escribe como si estuviera vivo, recordando sus vivencias durante 40 años desde que ella tenía 15 y lo conoció en un una tarima a la que se subió de improviso a cantar con él en Ciudad Juárez, donde ella nació 10 años después que su amigo.Se remonta también al ranchito de Parácuaro (Michoacán), donde nació el cantante. “Nunca tuviste hogar, pero te sobraron casas mi amado Alberto”, le escribe tras mencionar la ausencia durante su niñez de su madre Victoria, quien trabajaba como empleada doméstica.“Alberto era uno, Juan Gabriel era otro”, dice la autora al definirlo como una persona caprichosa, supersticiosa, imperfecta y “muy feliz en medio de la tristeza” porque así lo decidió.La autora no quiso ahondar mucho en los detalles del libro, pero invitó a su lectura para descubrir la “esencia de Alberto” y anotó que se basa en su “visión” de él, sin pretensiones como decir que ella era su mejor amiga. De hecho, le dice que dedica a la mejor amiga del Divo unas palabras en el libro.Ofrece además reflexiones sobre el gran amor de su vida, las mujeres claves que lo rodearon, sus verdaderos orígenes y creencias religiosas, y también sobre sus hijos biológicos, la paternidad y el peso que tuvieron las madres de estos en sus decisiones.“Él no era el mal padre como ahora muchos han dicho, las mamás eso decidieron, ellas quisieron llevarse a sus hijos y él las dejó. Esa era un poco la lucha interna que él traía”, explicó.Señaló que a Juan Gabriel le hubiera encantado del libro “la verdad, porque no es inventado, son memorias” y lamenta algunas noticias que han relucido tras su muerte, incluso de que está vivo.“Alberto está muerto, que quede claro”, manifestó. “Me ha dolido mucho que ha sido más importante el amarillismo y cada vez que sale una nota de un íntimo amigo o un amante me duele”, expresó. “Si amas a la persona y no es negocio, entonces respetas esa línea”.