Consagrado como uno de los mejores bateristas de México con Caifanes, Jaguares y La Barranca, desde hace unos años, Alfonso André ha comenzado a labrar un camino con el que ha salido de su zona de confort, dejando de lado baquetas y bombo para tomar un rol más protagónico en el escenario, un papel que lo lleva a estar físicamente más cerca del público y con el que muestra una parte de él que para la mayoría solo estaba en sus adentros, todo gracias a su carrera como solista.“Cerro del aire” (2011) y “Mar Rojo” (2015), son los discos que han sacado lo más personal de André y que lo han dotado de un pánico escénico natural. “Cantar me gusta mucho, no disfruto tanto estar al frente con el micrófono, pero cada vez lo sufro menos y lo disfruto más, porque vale la pena estar cantando mis canciones”, confiesa Alfonso.Será hoy en la Plaza Liberación, en las actividades públicas que promueve ‘Céntrico’, que Alfonso André González comparta con el público tapatío su discografía personal. En escena lo acompañarán personajes que desde el comienzo han estado presentes y han fungido como fieles acompañantes a esta aventura; Federico Fong en el bajo, Javier Calderón y Adolfo Romero en guitarras y su hijo Julián en batería.La concepción de sus composiciones se dio de forma un tanto fortuita, ya que en primera instancia, André pretendía solo hacer un disco de covers, canciones que a él le gustaría reversionar, sin embargo, Fong lo convenció de que existía materia prima para hacer propias canciones, apelando al lado ‘oscuro’ que existe dentro del baterista y de varios demos que durante años ambos habían trabajado pero no concluido. Así pues, la primera canción terminada de este experimentación fue ‘Hasta que dejes de respirar’ producida por Paco Huidrobro (Fobia), que finalmente terminaría en un compilado de Caifanes, con lo cual Alfonso tomó confianza en sí mismo y se decidió en armar el álbum en forma.Se dice que cada disco es una fotografía del momento que vive en ese momento el artista, y quien inició en “Las Insólitas Imágenes de Aurora”, confirma que sus dos placas son fieles retratos de su vida. “Mis discos son radiografías de lo que estaba viviendo. ‘Cerro..’ es mucho más luminoso, es el nacimiento de un proyecto, con muchas expectativas y esperanza, pero a la vez se siente mucha inseguridad de mi parte como cantante mientras que en el segundo refleja mucho más la oscuridad caracteriza de mis otros proyectos. Tiene muchos elementos de la música mexicana, además de que en el momento de estar preparando el lanzamiento falleció mi padre, eso por un lado y por otro ya se siente un trabajo más de una banda, ya que el primero era más como un proyecto entre Federico y yo”.En los años 60, sacar un disco era un proceso bien cuidado y hasta artesanal. Los músicos iban regalando pinceladas de su obra en forma de sencillos, éstos iban saliendo paulatinamente hasta conformar una colección que finalmente se convertían en un LP. Esta es la forma en que planea sacar un tercer material Alfonso, a sabiendas que el consumo actual del mercado es “difícil”. “No puedo dejar de hacer música, es una necesidad para mí, ya tenemos algunas ideas, pero la industria actual está muy competida, las personas tenemos toda la música del mundo a la punta de los dedos, es ridículo lo que te pagan por cada reproducción en streaming, son centésimas de centavo, es muy conveniente para el usuario, pero muy malo para el artista”.
