Conmovida y con el interés de exponer los claroscuros de la migración y el papel de la mujer en la sociedad, es como Marjorie de Sousa encabeza al elenco de “Al otro lado del muro”, producción original de Telemundo que recién llega a las pantallas internacionales con historias entrelazadas que ponen de manifiesto los conflictos que se desencadenan cuando hay que dejar el país que nos vio nacer y la fortaleza femenina.Tras convertirse en madre de Matías, Marjorie de Sousa regresa a las telenovelas para dar vida a “Sofía Villavicencio”, una ex reina de belleza casada con un importante político mexicano que la arrastrarán a un abismo al descubrir situaciones de riesgo en la política y adentrarse al sufrimiento y retos que enfrentan los migrantes al llegar a Estados Unidos.“Yo participé en Miss Venezuela y es un reto este tipo de personajes o actividades, nos ven como niñas guapas que no piensan y eso es fuerte, tienes que demostrar que sí tienes talento, que puedes lograr muchas cosas. Ahora los concursos de belleza buscan algo más, no solo en lo hermosa que eres físicamente, también el peso que las mujeres pueden tener en el mundo y Sofía lucha contra eso, es una mujer con pantalones, no es ninguna tonta”.La actriz venezolana señaló que la narrativa de “Al otro lado del muro” les es bastante estremecedora al verse reflejada en diversas situaciones de los personajes, en especial, cuando acudió a filmar al paso fronterizo y encontrarse con historias de vida que le recuerdan con crudeza la crisis política que ha obligado a muchos de sus amigos a buscar refugio en otros países y al mismo tiempo las condiciones complejas que enfrentan sus familiares que aun radican en Venezuela.“Hay un muro enorme que es el de nuestros miedos, todos vivimos diariamente retándonos y pensamos que no podemos vivir nuevas historias y hacer cosas diferentes (…) el tema de la migración me es muy personal, yo salí de mi país hace años y no por temas políticos, sí por trabajo en el año 2000, pero sí lo veo en mi hermano, mis papás, familia y amigos siguen en Venezuela. Llegar a otro país es empezar de cero, adaptarte a las leyes de un país que no es tuyo, que no sabes a dónde correrás si no te va bien, a dónde regresamos si nuestros países están en guerra, en crisis”.