Ariel López Padilla, el primer esposo de Mariana Levy, recuerda cómo atravesó la muerte de la actriz, pues a pesar de que en ese momento llevaban más de ocho años separados, reconoce que estuvo enamorado de la actriz. El actor fue entrevistado por Matilde Obregón y, durante la charla, rememoró su paso por la actuación y distintas compañías de danza, disciplina a la que se dedicó por alrededor de 20 años. Pero, sin duda, la periodista no dejó pasar la oportunidad para cuestionarlo acerca de la relación que sostuvo con la hija de Talina Fernández, con la que estuvo casado de 1994 a 1997. La pareja se enamoró mientras grababan la telenovela "Caminos cruzados" y, dos años más tarde, dieron la bienvenida a María, su primogénita y pasó sólo un año para que dieran término a su relación, la cual se disolvió en malos términos. La ríspida relación entre Ariel y Mariana continuó hasta el día en que la actriz falleció, motivo por el que, cuando el actor se enteró la noticia, no sabía si presentarse o no al funeral de su exesposa. Fue entonces que habló por teléfono con Gerardo Levy, el padre de Mariana, quien le indicó que lo mejor es que no se presentase a las exequias, lo que lastimó hondamente al actor, debido a que no pudo acompañar a su hija en un momento tan importante. "Yo le pregunté al abuelo si podía estar, me dijo: 'No es conveniente', porque estaba rota la relación", explicó. Ariel respetó la decisión, luego de consultar a su madre, psiquiatra de profesión, pues supo que su presencia podía provocar más dolor que alivio para quienes adolecían la ausencia de la actriz. "Ya estábamos pasando mucho dolor, tanto ellos como yo, lo que más me pesaba era no estar con mi hija, pero no quería hacer de algo que ya es algo doloroso, algo más doloroso, cuando tú tienes un duelo es cuando más sensible estás y salen más los demonios, no tiene sentido causarle un dolor a la familia y a mí, todo se va a ir acomodando después", dijo. En ese momento, López Padilla se encontraba en el aeropuerto de Miami, ciudad donde residía por motivos de trabajo, listo para tomar su vuelo con dirección a México y, al recibir la negativa de la familia Levy Fernández, no pudo más que romper en llanto, no sólo por la impotencia de no estar al lado de María, sino porque había amado a Mariana por muchos años. Luego de enfrentar su duelo tuvo que atravesar otro momento muy complicado, cuando tuvo que ceder la patria potestad de María a su abuela Talina, pues sabía que, por su bien, sería más sencillo para la menor seguir viviendo a lado de su vida materna, que a lado de un padre que había dejado de ver en cinco años y que vivía en un país completamente desconocido para ella. Y aunque sabe que fue la mejor decisión que pudo tomar, por el bien de su hija, reconoció que en la joven puede ver reflejada a una niña pequeña que se siente abandonada. "Yo la veo que, a veces, en sus procesos de duelo y de vida, no están resueltos, yo veo, comparo con mis otros hijos, cómo está María, a veces la veo como una niña de nueve años, veo a la niña que le faltó su papá y digo lo más importante que le puedes dar a un hijo es tu tiempo", puntualizó.Con información de SUN.