Inmediatamente después de la operación a que fue sometido el pasado 20 de septiembre, para extraerle un tumor del nervio óptico del ojo derecho, lo primero que se le antojó probar a Manuel "El Loco" Valdés fue un pulque, comentó su hijo Marcos Valdés.Para el actor esa es una señal de lo bien que su padre está, desmintiendo de esta forma a la publicación de una revista de espectáculos, donde menciona que el comediante pese a haber salido avante en su cirugía, se le detectó metástasis en el cerebro y que le daban pocas esperanzas de vida."Eso es mentira, además es una falta de respeto que estén diciendo esas cosas, porque mencionan que un amigo de la familiadijo o escuchó eso. Lo único que sé es que mi papá salió muy bien, nunca se habló de una metástasis, nunca se habló de que mi papá tuviera algo más".El mayor de los hijos de "El Loco" subrayó que los médicos aseguraron que todo había salido perfecto, que su papá dejó el Instituto de Cancerología caminando, aunque en un inicio tuvo que salir en silla de ruedas por protocolo, y hasta se despidió de la prensa que estaba presente, todo esto es para él una gran señal de que la salud del actor está dentro de los parámetros normales.Marcos Valdés compartió que pasada la anestesia y cuando su padre despertó, pudo recordar el nombre de cada uno de sus hijos, de sus ex parejas y hasta cuando jugaba futbol americano, "mi papá es Superman, es un hombre fuerte como pocos; está muy contento, platicador, haciendo bien del baño, comiendo bien, haciendo vaciladas y hablando del clásico de este fin de semana".Como lo ha hecho desde hace meses, Manuel Valdés tendrá que seguir asistiendo cada semana al hospital para sus sesiones de inmunoterapia, además de las revisiones de rutina para la cirugía que le acaban de realizar."Mi papá ha recibido cinco operaciones en un año, con anestesia general, es un hombre de 87 años muy fuerte y eso que dicen es una falta de respeto hacia él".AC