Aunque llegar a las Fiestas de Octubre representó un verdadero reto ante una ciudad colapsada por la lluvia y la suspensión de algunas rutas del transporte público, poco más de nueve mil personas atendieron puntuales anoche el llamado de Los Tigres del Norte, quienes a no más de cuatro meses de su última presentación en Guadalajara, regresaron a la metrópoli para compartir lo mejor de su repertorio.Pese a que algunos asistentes llegaron empapados de pies a cabeza, el auditorio Benito Juárez se convirtió en una pista de baile entre sus butacas y pasillos que, ante las primeras notas del acordeón del también vocalista principal, Jorge Hernández, dieron paso a la fiesta norteña a la espera de las canciones más emblemáticas de la agrupación y a presumir en vivo su más reciente tema dedicado a la prisión californiana de Folsom y estrenada en su documental de Netflix.Las historias de “La reina del Sur” y “Pedro y Pablo” fueron las primeras en escucharse para reforzar el compromiso de los norteños por abogar por los corridos tradicionales que han impulsado su trayectoria.Previo a instalarse en el escenario, Los Tigres del Norte declararon el impacto cultural del corrido clásico y la función testimonial que tiene para narrar episodios que han marcado a la historia social y política de México, al considerar que el contenido de sus corridos no debe influir o ellos ser vinculados como promotores de los hechos de inseguridad.Sin esperar al cierre, “Jefe de jefes” apareció a la mitad del concierto y, aprovechando las pantallas gigantes que custodiaban al escenario, Los Tigres del Norte compartieron fotografías de sus primeros pasos por la música y recordaron a personajes como Ignacio Zaragoza, Lázaro Cárdenas y Francisco I. Madero, entre otros.