Ir a las entrañas de la cotidianidad, desmembrarla y descubrir lo que nadie más ha visto, o no al menos con su mirada, es la propuesta de Samuel Kishi Leopo, cineasta tapatío que ahora se alista junto a la manada de “Los lobos”, su más reciente filme, para marcar territorio propio en el Festival de Berlín (Berlinale) y regresar a México con un estreno ya respaldado por laureles en Cuba, en donde esta película ha reafirmado el principal argumento de su director: “Todos somos migrantes”.La historia inspirada en su infancia y el tránsito que su madre tuvo en Estados Unidos para buscar una mejor vida, fueron los detonantes para que Samuel Kishi encubara a “Los lobos” -tras su ópera prima con “Somos Mari Pepa”- con una mirada distinta sobre la migración, la resiliencia y la esperanza sin importar condiciones, idiomas u orígenes.En entrevista, el cineasta detalla respecto a la trama del filme: “Es una madre joven que se va con sus dos hijos pequeños a Albuquerque, Nuevo México, para probar suerte; mientras ella sale a trabajar, deja a sus hijos encerrados en un pequeño departamento con una grabadora de audio con la que les graba canciones, historias, las reglas de la casa y lecciones de inglés. Estos niños van construyendo su imaginario mediante estas grabaciones. Su mamá les dice que ellos son una manada, que son unos lobos”.Samuel Kishi puntualiza que el compromiso del cine ante temáticas como la migración, la mujer, la infancia y la solidaridad, es mostrar todas las perspectivas posibles que provocan circunstancias como en “Los lobos”. “Para mí es muy importante hacer un cine que sí hable de la dureza, la oscuridad, de lo que está ocurriendo, pero que también tenga algo de esperanza, un poco de luz. Todo el tiempo estamos viendo las noticias, demasiada sangre, y creo que es tiempo también para hablar de historias en las que exista la solidaridad en medio de toda la penumbra, que aceptemos que no somos perfectos pero sí reales, que estamos luchando”.Los recuerdos de la infanciaLos toques biográficos que Samuel Kishi refleja junto a la memoria de su hermano, el músico y compositor Kenji Kishi, permiten que la historia sea abordada desde la inocencia y la capacidad de comprensión de dos niños, quienes en sus diálogos y aventuras han logrado despertar preguntas muy puntuales en la pantalla sobre la identidad y cómo los cambios impactan en ésta.“Es una película vista desde unos niños y también habla de la infancia, de cuando un niño se da cuenta de las razones que mueven a su madre, de quién es su padre. Esto es un tema universal y conecta inmediatamente con los recuerdos de la infancia del espectador. Todos somos migrantes, ya sea porque salimos del país, si cambiamos de ciudad, de Estado o de un barrio. Migrar también es doloroso, tienes que dejar cosas atrás”.Esencia mexicanaA la par de la historia, Samuel Kishi enfrentó distintos retos para que la internacionalización de “Los lobos” tuviera la menor cantidad de obstáculos, por lo que la traducción al inglés ha sido elemental para no perder la esencia multicultural que la película muestra entre Estados Unidos, un par de migrantes chinos y México.“No es una película de diálogos muy explicativos o complicados. Intentamos que las acciones cuenten más que los diálogos y estos en general son sencillos. Las traducciones que se han visto más afectadas es el título de la película, en Corea la tradujeron como ‘Los lobos no lloran’ y en China fue ‘Mamá no está en casa’, buscándole ese significado y profundidad con su visión asiática”.La emoción de llegar a Berlinale es doble, pues además de presentar “Los lobos”, el responsable de la composición sonora, su hermano Kenji Kishi, también tendrá una participación especial en los talleres y mesas de Berlinale Talents, coincidencia que Samuel Kishi celebra al considerar que esto refleja el empuje del nuevo talento e ideas frescas que se van curtiendo desde Guadalajara.“Es un sueño para los dos, Kenji estará también para presentar a ‘Los lobos’, esto parece guionado, el estar los dos en este enorme festival frente a espectadores, hablarles de la película, de nuestra historia, es un regalo. No es porque sea mi hermano, pero Kenji es un músico de primer mundo, muy creativo, gran compositor”.Durante su visita en Cuba, “Los lobos” se acreditaron el Premio Signis, de la edición 41 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en La Habana, con lo que se fortaleció el recorrido que el filme ha tenido en festivales y muestras como en el Busan International Film Festival (BIFF), de Corea del Sur, y recientemente en el Festival Hainan de China, país que tiene la intención de llevar la película a 600 pantallas.Los próximos planes de “Los lobos” apuntan para estrenarse por primera vez en México a mediados de abril en salas comerciales y continuar con una ruta nacional por diversos festivales, tras su presentación en Berlinale, durante el mes de febrero en la selección oficial de “Generation”.