Luego de dos años sin celebrarse el festival de música Lollapalooza debido a la pandemia del COVID, la tarde de ayer Miley Cyrus hizo que valiera la pena todo el tiempo de espera. La estadounidense se subió a los escenarios del Parque Bicentenario de Cerrillos, al sur de Santiago, y cautivó con su voz a los cientos de miles de asistentes con sus míticas "Wrecking ball" y "We can't stop", además de otros temas del nuevo álbum, "Plastic Hearts".Hubo tiempo también para sus habituales homenajes a viejas divas de rock como Blondie, de la que cantó "Heart of Glass" o para imitaciones de Cher, con "Bang Bang" o una revisión de "Jolene", una pieza de la estrella del country, Dolly Parton.Enfundada en un traje de látex azul y con unas excéntricas gafas de sol, Cyrus copó el escenario de virtuosismo con su mezcla de rock, country y pop, en el que fue el concierto más aplaudido por las masas junto al de Foo Fighters.En la víspera, la banda liderada por Dave Grohl desplegó un espectáculo con tiempo para clásicos y devolvió el rock al festival y a Chile, que desde que comenzó la pandemia no había tenido ocasión para un gran concierto de este género.La banda recorrió temas como "This is a call" o la potente "All my life", además un puñado de temas de "Medicine at Midnight", su último álbum por el que obtuvieron en 2021 tres nominaciones al Grammy.En total, un centenar de músicos brillaron en el Parque Bicentenario Cerrillos, con siete escenarios y un recinto copado de gente en uno de los eventos más masivos en Chile desde que llegó el COVID.El festival arrancó el viernes con decenas de artistas nacionales e internacionales, entre los que destacaron, el DJ holandés Martin Garrix y los británicos Idles o The Wombats.El sábado se subieron a los escenarios el rapero A$AP Rocky, el DJ y productor sueco Alesso, la banda de punk estadounidense A Day to Remember, el también rapero argentino Tiago PZK y la chilena Javiera Mena, entre otros.El festival lo cierran el domingo The Strokes, con la rapera nacida en Los Ángeles (California) Doja Cat, su colega procedente de Texas, Machine Gun Kelly, el productor y autor de música electrónica Chris Lake, y la argentina Nicki Nicole, exponente de la música urbana de la ciudad de Rosario. Fueron habituales las aglomeraciones y largas filas para ingresar y salir del festival, que este año tuvo que adaptarse a una nueva localización tras dejarse atrás la posibilidad de celebrarse en el céntrico Parque O'Higgins.GC