Viernes, 22 de Noviembre 2024

Netflix: Liz Gallardo y lo divertido de complicarlo todo

La actriz tapatía disfruta interpretar el rol de una abuela joven en la serie “Madre sólo hay dos”, cuya segunda temporada fue anunciada ayer
 

Por: El Informador

Liz Gallardo. La actriz tapatía aparece en una escena de “Madre sólo hay dos”, donde interpreta a “Tere”. ESPECIAL

Liz Gallardo. La actriz tapatía aparece en una escena de “Madre sólo hay dos”, donde interpreta a “Tere”. ESPECIAL

La actriz tapatía Liz Gallardo recién estrenó la serie “Madre sólo hay dos”, donde comparte créditos con Paulina Goto y Ludwika Paleta, dos mujeres que tienen que convivir tras enterarse que sus hijas fueron intercambiadas al nacer. Y tras un emotivo final de temporada, ayer Netflix confirmó que habrá una segunda entrega, la cual aún no tiene fecha definitiva de salida. 

En la trama, Liz interpreta a “Tere”, la madre del personaje que hace Paulina Goto, “Mariana”. En entrevista, la actriz comparte lo bien que la pasó desarrollando este papel que tiene la pericia de complicarlo todo, aunque sus intenciones son buenas, casi siempre termina arrepentida de las decisiones que toma.

“Mis compañeros me dicen que es la más divertida de todas, que está reloquilla y que los hace reír. Ella se complica todo, pero así hay gente, la neta. Es una característica muy particular de su personalidad que la hace ser muy divertida, pero que sí dices, ‘¡ay, pobre mujer!’. Tiene una carencia de desarrollo personal, al ser madre tan joven, trunca su vida y su proceso evolutivo de maduración porque está viviendo una etapa que no le correspondería. Entonces, quedan rezagadas cosas que no termina de cerrar y por eso le pasa lo que pasa”.

Antes del enredo del intercambio de las bebés, “Tere” sostuvo un encuentro sexual con el marido de “Ana” (Ludwika Paleta) y nunca imaginó que se volvería a reencontrar con él tras este hecho. Donde hubo fuego, cenizas quedan y aunque quieren evitar acercarse, terminará por complicarse todo: “La gente está queriendo mucho a ‘Tere’ porque a pesar de que está medio loquilla, que es un desastre su vida y que elige mal a los hombres, tiene una relación muy particular con ‘Mariana’, parece que se invirtieron lo papeles y la mamá es como la hija y la hija es como la mamá, esas cosas pasan en la vida, yo he visto casos donde como la mamá es más joven los hijos se vuelven maduros por supervivencia”.

Sin embargo, en el fondo de todos estos errores que comete, “Tere” ama a su hija y está dispuesta a hacer todo por ella, “porque como quien dice, la maternidad la agarró en curva”. Y ese es el acierto de “Madre sólo hay dos”, presentar las distintas caras de la maternidad; cómo cada mujer que afronta su rol de madre, tiene una perspectiva de la vida muy distinta.

“Hay muchas historias interesantes en el proyecto, no solo la de las protagonistas a quienes les cambian los bebés, que sería terrible que te pasara eso… Yo tengo amigas que me dicen que acaban de ser mamás y que qué fuerte si les pasara eso. Pero en esta historia todo el mundo tiene su conflicto, yo creo que esta serie tiene mucho éxito porque la gente se está identificando en algunas de las historias, es un proyecto que logra una empatía muy fácil”.

Así mismo, comparte Liz que el tema de explorar la maternidad es amplio y vasto: “Es muy diferente la experiencia según te pase a qué edad, hay mucho que desmenuzar de ese tema”. Liz toma el reto de interpretar a una mujer que se convierte en abuela a una edad muy temprana, después de interpretar roles más jóvenes. “Ya soy una señora (risas). Hay que aceptar la edad de una, ya son 41 años, ya no tengo 21… Ya tengo 20 años trabajando, explorando muchos personajes y lo que me falta. Para mí es increíble que a mis 41 años me pongan en un rol de abuela, que sí pasa, lejos de acomplejarme lo disfruto muchísimo”. Sobre lo que veremos en la segunda temporada Liz comparte que “ya se está cocinando”, pero no puede dar más detalles.

Todo marcha bien

Sobre su salud, la actriz explica que todo marcha bien, después de haber sufrido lesiones cutáneas a la altura de las cejas tras un proceso de belleza mal aplicado: “Estuve en tratamiento como un año y medio, después de eso me hice un retoque de micropigmentación para tapar un poco las cicatrices que me quedaron y ahí están lo mejor posible; no están perfectas, pero ya me siento un poco más yo de nuevo, son experiencias irreversibles, pero hasta de ellas se aprende también”.

Finaliza al decir que está inmersa en otro proyecto para plataforma, es una comedia, de la cual tampoco puede revelar nada de momento, pero está contenta de seguir trabajando porque en marzo se embarca en una nueva aventura.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones