Rompimientos amorosos, corazones astillados por un cariño mal correspondido y la densa soledad que acompaña al final de un romance. Todos estos temas han sido tierra fértil para la música y la poesía, como lo demuestra la cantautora Silvana Estrada en “Marchita”, disco que recién lanzó a la venta.A través de 11 temas, Silvana lleva a los escuchas por un viaje donde el amor queda reducido a cenizas, aunque es a partir de ellas que comienza a florecer la sanación. Piezas como “La corriente”, “Te guardo”, “Sabré olvidar” y la que da nombre a la placa son himnos de dolor donde el principal instrumento es la poderosa voz de la cantante, quien sabe con un sentimiento de genuino dolor (y liberación) cada uno de los temas.La cantautora veracruzana charla con EL INFORMADOR sobre “Marchita”, disco que “fue grabado hace dos años, casi tres. Lo estábamos trabajando en 2019, cuando no había ni sospechas de la pandemia. Realmente ‘Marchita’ corresponde a una época muy linda, que también fue un proceso muy largo de entender cómo formar un disco”.-A casi 3 años de haber comenzado a trabajar con “Marchita” y al fin lanzarlo como disco, ¿qué lugar ocupa en tu vida?-Lo veo como el inicio de un montón de cosas. Mi inicio como compositora, mi inicio como dueña de mi proyecto, mi inicio en los estudios de grabación. Con ‘Marchita’ hice mis primeras giras, armé a mi equipo de trabajo en México, Estados Unidos y España. Simboliza un montón de cosas para mi”.-En “Marchita” nos llevas por un viaje donde se aprecian las heridas que a veces deja el amor. Pero tanto tiempo de haber creado los temas, ¿qué tan cerca te sientes de ellos ahora?-Las canciones tienen la virtud de que cuando son bonitas significan algo siempre, aunque vaya variando con el tiempo lo que sentimos, aunque la herida se vuelva cicatriz y vaya cambiando de color.Para que cuando un tema es bien hecho y tiene mensaje, va tomando la forma de quien lo escucha. Eso me sucede, las sigo cantando y siento que cada vez las mismas canciones me dicen, me enseñan y me hablan de cosas diferentes.Del origen del disco me puedo sentir distanciada, de aquella primera interpretación, pero creo que es un disco tan especial que sigue ganando significado con el tiempo, por lo menos para mi.-¿Te costó decir ‘hasta aquí, serán 11 canciones y no más’? ¿Hubo algunas que se hayan quedado fuera?-Lo tenía muy claro, serían 11. Había cantando tanto los temas (del disco) que no tenía duda de cómo lo quería. Lo que sí fue difícil fue encontrar el set list.-¿Por qué?-Cuando entré al estudio grabé entre 15 o 16 canciones y al final solamente quedaron 11. Están las que cuentan la historia y que generaban un arco emocional. Dejé fuera muchas canciones felices o alegres que compuse. “Marchita” es una búsqueda de comprender un duelo, pero en ese camino también me tomé mis libertades de componer cosas lindas. Sin embargo, al final preferí dejar de lado esas canciones para respetar lo que venía contando.-¿Das por perdidas esas canciones “felices”?-No. De hecho, quiero sacarlas en forma de un EP justo este año. Ya estoy en plan de liberarme de muchas, muchas canciones que he ido guardando.-Hay un lenguaje poético y dramático potente en las canciones, ¿qué libros te acompañaron, te nutrieron, te inspiraron durante la composición del disco?-Me gusta mucho leer. Cuando estaba escribiendo estas canciones leía sobre todo a José Carlos Becerra, a (Carlos) Pellicer; leí muchísimo a Alejandra Pizarnik, Andrea Vilariño, a Vicente Huidobro.Me gustan las novelas y algunas me han marcado, una es “Manual para mujeres de la limpieza”, de Lucía Berlín. Me apasionan los relatos llenos de fuerza, mujeres que salen adelante, que exploran la condición humana lo más crudo posible, son textos que me han ayudado mucho a encontrar mi lenguaje, sobre todo mi lenguaje metafórico.-Yendo por la misma línea, ¿Con qué recomiendas maridar el disco?-“Marchita” va con un buen mezcal (risas).La cantante emprenderá este año una gira por Estados Unidos y Canadá, misma que tuvo que reagendar debido a la pandemia, con la tentación de extenderla por España en una agenda que sigue en movimiento.Lo que sí es seguro es que en la segunda mitad de 2022 tiene pensado emprender una gira por México, que incluirá a Guadalajara “una ciudad que me encanta, con muchos amigos, gente que siempre me trata bien y teatros espectaculares”. La promesa, entonces, está hecha.MQ