El pop francés tiene en L’Impératrice a un nuevo y gran representante que va en ascenso, con un baile que cada vez cautiva a más melómanos. El grupo fundado en 2012 por Charles de Boisseguin recién lanzó su primer disco de larga duración, titulado “Matahari”, luego de presentar varios EP, y alistar su primera visita a México; en Jalisco pasarán por el Festival Akamba, en Tequila.Para L’Impératrice, el cambio de formato representó varios cambios y retos, según platicó Charles en entrevista: “Fue algo grande. A veces pensamos que los LP no tienen sentido, por la manera en que la gente escucha música ahora. Generalmente es en streaming, por Spotify o YouTube: escogen una o dos canciones de los artistas que les gustan. Los LP son muy largos, hacerlos ahora es algo muy grande. Pero queríamos hacerlo, de verdad. Se pueden expresar más cosas, es una forma de poner la música en un formato mucho más amplio. En el estudio fue también distinto: lo grabamos ‘en vivo’, todos tocando juntos. Fue diferente a cómo grabamos los EP, donde primero hicimos las percusiones; luego, el bajo, los arreglos y las voces. Ahora decidimos hacerlo todo al mismo tiempo”.La grabación en conjunto es un estilo que remite a un pasado en la industria musical, donde de cada canción se grababan varias tomas para elegir la mejor: “Queríamos ese toque de la vieja escuela de grabar. Al hacerlo en vivo se generan errores, pero quisimos hacerlo así: hace que las canciones sean más humanas”.Así se replica mejor lo que sucede en el estudio y lo que pasa en el escenario. Sobre sus conciertos en México, el músico adelantó el repertorio: “Tocaremos muchas canciones del disco, por supuesto ‘Matahari’, también ‘Vacances’, ‘Erreur 404’ y ‘Ma Starlight’. Y las canciones desde el comienzo: ‘Sonate Pacifique’, ‘1998’, además de canciones nuevas”.La experiencia que proponen en sus conciertos es ir de menos a más: “Me gusta mucho el final del concierto: se pone cada vez más bailable. Empezamos con canciones más calmadas, pero al final enloquecemos, se vuelve una sala de baile. Queremos que la gente se olvide de sí mismos y solo bailen y canten con nosotros”.Charles recordó la historia de cómo fue conformando el proyecto de L’Impératrice, que comenzó solo: “Al comienzo estaba solo, lancé el EP en 2012, luego conocí al tecladista, que me presentó al baterista, por quien conocí al bajista… Fue un efecto dominó, así creamos la banda en vivo. Se volvió adictivo tocar con mis compañeros: así se volvió significativo el proyecto. Es el sentido real de un proyecto así. Varios años más tarde conocí a la vocalista, que le aportó otro matiz al proyecto: es la voz de L’Impératrice”.Musicalmente, la evolución fue de temas instrumentales a los cantados, además de las canciones bailables a las más atmosféricas: “Me gusta explorar las canciones, los coros, todo eso. Es muy difícil, hay que escribir las letras y contar una historia para que tenga sentido. Esa ha sido la principal evolución. También siento que he explorado el Downtempo: al comienzo eran solo canciones disco: pero ya en este material lo exploramos, es más smooth, groovy, con el bajo y la batería: igual creamos el espacio para las voces”.Con el éxito conseguido a partir de sus sencillos y “Matahari”, el camino para L’Impératrice luce prometedor, con nuevo material en puerta: “Actualmente estamos trabajando en temas para el segundo álbum. Y estamos haciendo música para cine: es un sueño para mí. Todo comenzó con las bandas sonoras, es lo que escuchaba más cuando era adolescente. También estamos grabando un nuevo EP, y vamos de gira por el mundo: después de México vamos a Estados Unidos, por ejemplo”.Sobre su colaboración con el séptimo arte, comentó: “Por ahora no puedo decir nada, es una especie de secreto. Pero puedo compartir mi sueño: componer para Tarantino. Sería increíble por su forma de pensar la cultura pop. Es un tipo que hace películas muy pop, pero con temas poco vistos: encuentra esos detalles y los hace muy accesibles, muy pop para que todos lo puedan apreciar. Me encanta esa forma de pensar el arte, quiero creer que nuestra música tiene el mismo proceso: encontrar esos detalles pequeños, referencias oscuras a la música disco francesa de los setenta, y traerlos a la actualidad, hacerlos disfrutables”.L’Impératrice en el Festival Akamba, sábado 27 de abril, en los campos de agave Cuervo Tradicional (Tequila, Jalisco). Acceso general al festival: $950 pesos. Para conocer los paquetes de traslados y noches de hotel en Tequila consulta la oferta en www.akamba.mx.