El desconcertante desfile de la casa Louis Vuitton, que cerró este martes la semana del listo para llevar femenino 2019-2020, se celebró en el Louvre en medio de un decorado que recreaba, para la ocasión, la arquitectura de otro museo parisino, el del Centro Pompidou.El objetivo del creador de las colecciones de la marca de lujo francesa, Nicolas Ghesquière, era "crear el choque entre lo de antes y lo de ahora", según la nota de presentación.Para ello, los invitados recibidos en la "Cour Carrée" del Louvre, marco tradicional de los desfiles de la casa más rica del mundo, se encontraron de repente dentro de la arquitectura revolucionaria del museo de arte contemporáneo situado a poco más de un kilómetro de allí.Las actrices Emma Stone, Jennifer Connelly y Léa Seydoux, así como la top Karlie Kloss, estaban en primera fila. La colección mezcla de manera audaz cuadros, rayas, estampados florales y animales y colores -verde, amarillo, azul, rojo, negro y gris-. Algo que la crítica de moda del New York Times Vanessa Friedman tildó de "puré de mal gusto".Pero, para Nicolas Ghesquière, la idea era representar el estilo vestimentario del barrio que rodea al Centro Pompidou, tomado tanto por el chic parisino como por el "streetwear" ecléctico."Me gusta esa impresión de 'melting pot' vestimentario. La traslado hoy a Louis Vuitton", subrayó el estilista.Se lucen hombreras, faldas cortas y se subraya la silueta con cinturones de hebilla rectangular sobre la que se reproduce una boca o un ojo maquillado, de inspiración pop. La cabeza, unos gorros de cuero que recuerdan a los de natación, dan un toque futurista al conjunto.OB