En un artículo reciente, el actor mexicano, Gonzálo Vega, expresó frente a la cámara la idea de que "un hombre debe estar dispuesto a experimentar de todo". Su compañero de reparto, Roberto Cobo, respondió con humor: "Pues cuando usted lo diga, oiga". Esta breve interacción capturó la tensión palpable entre ambos actores antes de lo que se considera el primer beso entre dos hombres en la historia del cine mexicano.Dirigida por el venerado Arturo Ripstein, "El lugar sin límites" se erigió como un hito del cine nacional al abordar sin reservas ni censura el tema de la homosexualidad antes que cualquier otra producción. En el contexto de México en 1978, el prejuicio, la ignorancia y la homofobia eran palpables en las calles, y el movimiento gay apenas comenzaba a gestarse, con un año aún para la primera marcha del orgullo homosexual en el país.El filme de Ripstein retrata de manera cruda y veraz los conflictos enfrentados por individuos de la diversidad sexual. A través de sus personajes principales, “Pancho” interpretado por Vega y “La Manuela” interpretado por Roberto, se exploran dos facetas de la homosexualidad: la aceptación plena de uno mismo y la opresión social que la rodea.Inicialmente, la película escandalizó a la mayoría de los espectadores de su época, pero con el transcurso de los años se convirtió en un pilar no solo del cine que explora la diversidad sexual, sino del panorama cinematográfico mexicano en su totalidad.En una reciente entrevista sobre la remasterización del filme, Gonzalo Vega, conocido por su papel como Pancho, un personaje inicialmente machista, misógino y homofóbico que eventualmente acepta sus verdaderos deseos sexuales, compartió detalles sobre la icónica escena del beso con Roberto. Según sus palabras, "La escena del beso con Roberto fue muy inteligentemente rodada por Arturo. Sacó a toda la gente innecesaria del set y antes de filmar, me preguntó: ¿Nunca has besado a un hombre, verdad? ¿Estás nervioso? Y yo le respondí: Sí, es una situación comprometida."Vega también expresó su sorpresa al filmar la escena, notándose su shock durante el rodaje. Según él, fue una estrategia brillante de Ripstein para generar la adrenalina necesaria en este tipo de escenas, que no se logra fácilmente y solo mediante situaciones inesperadas como esta.Por otro lado, Roberto Cobo, quien interpretó a La Manuela, un personaje abiertamente homosexual y memorable del cine mexicano, destacó el profesionalismo con el que ambos actores manejaron el beso: "Teníamos que hacerlo. Le dije a Gonzalo: Mira, nunca he besado a un hombre, pero en el guion dice que nos tenemos que besar. Vamos a hacerlo de verdad, porque si no, lo haremos con miedo, y tendremos que repetirlo una y otra vez."BB