Julián Gil dice que está casando de la guerra sucia que Marjorie de Sousa y sus abogados han emprendido en su contra. Desde acusaciones de supuesto lavado de dinero por parte del argentino, hasta de mal padre, el actor confiesa que no sólo pelea por poder ver a su hijo Matías.La batalla legal lo ha expuesto al punto de ser amenazado por sicarios y hackers, según afirma.A su llegada a la Ciudad de México, Gil dijo que además de ya poder ver a su hijo por cuatro horas cada 15 días sin la supervisión de las autoridades, ha recibido amenazas de todo tipo."Recibo amenazas de sicarios y las van a ver porque tengo de dónde vienen: de los sicarios, de los hackers, tengo eso plenamente identificado. No ando con guaruras ni con camionetas, yo ando solo con mi gente. No le tengo miedo a nadie ni le tengo miedo a las amenazas. El día que me pase algo... ya ustedes saben", sostuvo.Sin querer hacer responsable a la mamá de su hijo o sus abogados, Gil dijo que saldrá a dar la cara cada vez que sea necesario y con las pruebas suficientes para demostrar su verdad y que así se vea la difamación de la que es víctima.