Con 41 años de edad, James Wan es uno de los directores, productores y guionistas más taquilleros de Hollywood. Se colocó en el mapa gracias al filme “Saw” (2004); posteriormente, dirigió “Dead Silence” y “Death Sentence” (ambas en 2007), “Insidious” (2010), “The Conjuring” e “Insidious: Chapter 2” (ambas en 2013), “Furious 7” (2015), “The Conjuring 2” (2016) y esta semana llega con “Aquaman” (2018), de la mano de DC Comics y Warner Bros.En entrevista desde Nueva York es el propio cineasta quien revela la experiencia de haber traído a la pantalla grande la historia de este superhéroe que emerge desde las profundidades del océano: “Fue una experiencia extraordinaria (dirigir ‘Aquaman’); ver cómo iba saliendo todo paso por paso fue fenomenal, además con grandes actores todo fue un poco más sencillo, dentro de la complejidad de realizar este filme”, expresó Wan.A pesar de que fue una experiencia enriquecedora para él, James revela que hubo momentos difíciles en torno a la realización de esta película, tanto en lo técnico, como en lo personal: “Sinceramente estoy contento con el trabajo final, pero debo admitir que tuvo sus complicaciones. Una de ellas es que, paradójicamente, cuando un personaje está dentro del agua, parece estar seco, así que debimos de poner mucha atención en los detalles de post-edición para lograr dar la apariencia adecuada. Además, diría que todavía más difícil fue apegarme a lo que quería plasmar desde un principio y no traicionar mis ideas, pues muchas veces estuve a punto de hacer cambios de última hora o por algunas circunstancias, pero al final estoy más que feliz por el resultado”.Así mismo, Wan dijo que la selección de los actores fue otro acierto para que “Aquaman” sea todo un éxito: “Creo que la selección del reparto no pudo ser mejor, me parece que Jason (Momoa) estuvo fantástico y bien complementado por Amber (Heard). Y que puedo decir de Patrick (Wilson), sé que ese tipo es un genio y tenerlo como uno de los antagonistas fue sin duda un punto clave para que esta película saliera tan bien. Es algo que yo sabía que sucedería, sobre todo con Patrick, con quien ya había trabajado varias veces en el pasado”.Sobre Jason Momoa, el director compartió que le gustaría que este actor logre hacer algo diferente más adelante, aunque considera que “Aquaman” puede ser un punto de inflexión en la carrera del actor: “Estamos acostumbrados a ver a Jason como el hombre rudo y fuerte, y lo es, por eso lo elegimos para la película; pero no lo sé, tal vez este sea el pretexto para verlo después en otros papeles, tal vez como un hombre romántico y enamorado en una “chick flick” (risas)”.Aunado a reconocer el trabajo del protagonista y del antagonista, James también alaba el esfuerzo de todo el equipo que hizo posible esta cinta: “Es una película que tiene de todo, buscamos ser meticulosos; incluso, cuidamos que un pez no se pareciera a otro. El reparto es inigualable, tenemos gente como la que ya mencioné y a Nicole Kidman, ‘¿Te imaginas lo que eso significa?’ Y bueno, también hubo el esfuerzo de descifrar cómo hacer que todo funcionara, porque muchas personas piensan que es como una fórmula, pero no es así, no es como que haya una receta que te diga cómo ir del punto A al punto B y luego al C o al D, y creo que eso queda demostrado en este trabajo de todos”.“Aquaman” es un filme que se basa en un comic, y sobre este origen Wan admite que nunca fue fanático de los universos de superhéroes tradicionales, aunque sí leía algunas historietas cuando era más joven: “Honestamente nunca fui un fiel seguidor de Marvel o DC, esporádicamente leía una de esas tiras, pero no era lo mío. Yo prefería una historieta italiana que revelaba cómo se iban desarrollando temas de crimen, y me gustaba mucho la manera en que creaban suspenso, hecho que después me gustó plasmar en algunas de mis películas”.Cabe señalar que pese a que el director no era afín a los superhéroes, lo que sí es un hecho es que su trabajo refleja que en todo momento tuvo una visión muy clara de la historia y supo combinar con acierto grandes dosis de acción con un irreverente humor apoyado en la actuación de Momoa. De hecho, las primeras críticas aseguran que es “una explosión absoluta”, “asombrosamente hermosa” e incluso algunos dicen de ella que es “un Star Wars submarino”.