Este 8 de junio en la plataforma Star+, se estrena la serie “El galán. La TV cambió, él no”, historia protagonizada por Humberto Zurita y su hijo Sebastián, quienes interpretan al mismo personaje, “Fabián Delmar”, un galán de las telenovelas ochenteras famoso por el melodrama ficticio “Serás mía”.“Fabián” desapareció por varias décadas hasta que intempestivamente regresa a México para recuperar el espacio que tenía, pero pronto se dará cuenta que todo ha cambiado, la industria ya no es la que él conocía. En una reunión virtual con medios de comunicación de diferentes partes de Latinoamérica y a la que EL INFORMADOR tuvo acceso, Humberto y Sebastián dialogaron sobre esta comedia que desmitifica a la figura del “galán” de la pantalla.“Es una serie de comedia, un poco burla, a ciertos estereotipos de nuestro negocio, de lo que es el mundo artístico, pero también un pequeño homenaje a lo que eran las telenovelas de los años 80 y lo que era el simbolismo de las grandes estrellas de esos momentos. Entonces, realmente algo que a mí me llamó la atención de la serie y del personaje, es que a mí me tocaba revivir la época de oro de las novelas”, dijo Sebastián.“Justamente me tocó ponerme a ver muchas de las telenovelas de mi papá y de mi mamá (Christian Bach) cuando iniciaban sus carreras, tratando de buscar el estilo y el género que hacían y cómo contaban sus historias”, además acotó Sebastián que estos tonos han cambiado mucho ahora en la manera en la que se narran las tramas.En ese sentido, “El galán. La TV cambió, él no”, retrata la narrativa sobreactuada de las telenovelas de antaño, con un toque fresco y de humor ácido. Humberto Zurita, siendo este galán de los melodramas, destaca que en su caso personal era la oportunidad de tomar un personaje que viene de su época y que estaba estereotipado con esta idea del “galán”.“(Era) poder realmente desmitificar este asunto de qué es un galán, si es un actor protagonista o si simplemente es la fachada de un hombre que era guapo. Y que finalmente también en aquellos entonces, el galán de una telenovela era muchas veces misógino y violento; tenía una relación muy diferente a la que se tiene hoy en día con la mujer o los compañeros”. Reiteró que con este proyecto era mostrar “las tripas” de este negocio y que la gente tuviera en mente que estos galanes no son más que seres de carne y hueso que están luchando por sobrevivir y trabajar. Humberto Zurita respondió a EL INFORMADOR si a él lo llegó a incomodar que lo llamaran “galán” en la cúspide de su éxito en los melodramas. “Es interesante, porque en su momento yo no lo procesaba bien en el sentido de aceptar simplemente ese adjetivo, y era más molesto que gratificante, (porque) el que te vieran como un galán era casi como demeritar un poco tu trabajo como intérprete, como actor. Y efectivamente también el hecho de ese comportamiento de los galanes anteriores no tiene nada que ver realmente con un hombre educado o que maneje ciertos principios y valores, simplemente era como un cascarón y así se quedaba”.Humberto resaltó también que no encontró muchas similitudes con su personaje “Fabián Delmar”, excepto que sí formó parte del estereotipo de la televisión. “Él es un hombre que trae un misterio en esta historia y que no sabes exactamente porque deja de estar en la televisión por tanto tiempo, se va 30 años. Y no comparto absolutamente nada el hecho de que su regreso no es retomar su personalidad o su ser humano, sino retomar ese lugar de galán que tenía, él sigue pensando como en aquel entonces… vive en el pasado”.Sebastián destacó además que el público verá a un personaje que después de que vivió la fama y el éxito, tiene que mirarse al espejo y darse cuenta de que su realidad es otra. “Todos tenemos ambiciones, a todos nos gustaría seguir trabajando y hacer cosas interesantes, pero lo más importante es la conexión que tienes contigo mismo”.Finalmente tanto padre como hijo agradecieron trabajar juntos, confesando por ejemplo, Humberto que él siempre aprende de sus hijos, por ejemplo, confesó que Sebastián lo ha dirigido en teatro, “es una persona muy sensible, con muchas herramientas y virtudes para lo que hace y de este caso en particular le aprendí que hizo un trabajo de construcción de personaje muy interesante”.