Una noche rockera y nostálgica fue la que atestiguó está noche el Estadio Akron al albergar a la mítica agrupación Guns N’ Roses, que finalmente regresó a Guadalajara luego de que su show se postergó durante dos años a causa de la pandemia.Ante la alta carga vehicular que espectáculos de esta naturaleza masiva suelen rodear al recinto deportivo, diversos fans no dudaron en “madrugarle” al tráfico para encontrar un buen lugar en el estacionamiento y así “matar el tiempo” mientras repasaban con el audio de sus coches los éxitos musicales comandados en la voz de Axl Rose y la característica estridencia de Slash en la guitarra líder.Tras el concierto que Guns N’ Roses ofreció en Mérida el pasado fin de semana ante, según cifras oficiales, más de 20 mil asistentes, iniciando así el recorrido que tendrá por el país sumando a Ciudad de México el 21 de octubre, y Monterrey para el día 23, la banda angelina integrada también por Duff McKagan, Dizzy Reed, Richard Fortus, Frank Ferrer y Melissa Reese, se adueñó del escenario -tras 40 minutos de show de los mexicanos de Molotov- a las 20:56 horas, sorprendiendo a los tapatíos, contra todo pronóstico, luego del retraso y sobrecupo que se vivió en su último show en 2019 en el Estadio Jalisco- con una puntualidad que pocas veces reluce en la banda californiana.Las apuestas resaltaron entre el público, que teniendo de referencia los recientes shows de la banda en Latinoamérica, trataban de adivinar el orden de las canciones que la energética velada prometía en Guadalajara recordando las diversas etapas de Guns N’ Roses, con las esperanzas enfocadas en que la mayoría de temas se derivaran de los discos más icónicos como “Appetite for Destruction” y “Use Your Illusion” en sus dos volúmenes. Poco a poco comenzaron a turnarse sus obras maestras que detonaron gritos de agradecimiento, en especial, en aquellos fanáticos que por fin pudieron escucharlas en vivo por primera vez, llevándose los primeros aplausos de la noche “It’s So Easy” y “Mr. Brownstone”, que si bien no mostraron a Alx y Slash con mucha interacción entre ellos, cada uno se enfocó en su función y mantenerse cercanos al filo de la tarima.Tras éxitos como “Chinese Democracy”, Slash causó una avalancha de ovaciones cuando en solitario dio cátedra con su guitarra acaparando toda la atención del escenario como antesala de lo que se avecinaba con “Welcome to the Jungle”, que a los 15 minutos del show salió en el carrusel sonoro.Aunque los guitarrazos iniciales de la icónica canción sonaron idénticos a su disco madre 'Appetite for Destruction', en tierra tapatía se quedaron las ganas de escuchar el también agudo grito de arranque de Axl, que fue omitido por completo, mostrando por el contrario una voz más contenida y discreta. Entre los pocos segundos que Axl tenía para retomar el aliento entre cada estrofa o canción, el cantante saludó formalmente a los tapatíos gritando "Guadalajara" y a los pocos minutos rematar su exhibición de español con un "Gracias".Axl fue agarrando confianza ante una audiencia receptiva, que por mucho celebró la magistralidad de su estilo cuando llegó el turno de "Live and let die", donde los bailes de cadera y los brincos por toda la tarima revelaron los esperados gritos desgarradores del cantautor, y con este capricho cumplido, los tapatíos agradecieron con las luces del celular iluminando al recinto deportivo.En un momento especial de la noche, el guitarrista Duff McKaga se apropió del escenario para cantar "Attitude", teniendo a Slash y a los tapatíos como segunda voz, no sin que antes Axl bromeara con el público sobre si ya era tiempo de terminar el show y soltando más saludos en español entre "señores, señoritas y señoras" que provocó risa a los tapatíos.Aunque previo a que Guns N' Roses ya sobresalía una discreta bandera de Ucrania al filo de la tarima, tras casi hora y media de show, las pantallas en las escalinatas del escenario relucieron los colores amarillo y azul para dar paso a "Civil War", tema con el Axl tuvo un pedestal bicolor para su micrófono en evidente apoyo a la población ucraniana.Pero si se trata de mostrar que Guadalajara tiene uno de los mejores coros como público, para eso los tapatíos se pintaron solos cuando "Sweet Child O' Mine" finalmente aparecieron y ni que decir del ensordecedor grito cuando Axl dio las primeras notas del piano para dar paso a uno de sus emblemas sonoros "November Rain", y en donde Slash no tardó en sumarse con su ya tradicional solo de guitarra, no sobre, pero sí junto al piano. La balada lanzada en 1991, como estandarte del Use Your Illusion I, animó a Axl a expresar que quería un poco de tequila. Ayer, el ingreso al Estadio Akron para los asistentes al concierto que ofreció Guns N’ Roses demoró más de una hora; supuestamente, el acceso comenzaría a las 17:30 horas. Los melómanos tuvieron que esperar, ya que a las 18:35 horas aún no abrían el ingreso a los diferentes filtros de seguridad.Cabe recordar que hace tres años, Guns N’ Roses ofreció su último concierto en la Zona Metropolitana de Guadalajara, en aquella ocasión tocaron en el Estadio Jalisco, donde hubo sobreventa de boletos.Los organizadores comentaron a esta casa editorial que el retraso en el ingreso de ayer se debió a revisiones de último minuto por parte de Protección Civil del Estado.CT