"Es esta idea de ser arrojado a un mundo que apenas entiendes y al que tratas de darle sentido a medida que creces". Relata Guillermo del Toro cuando habla sobre las películas de su infancia "Pinocho" y "Frankenstein". Dos historias importantes en su vida, pues se ve reflejado en ellas.Durante una conferencia virtual con prensa internacional, reunida para hablar precisamente sobre su cinta "Pinocho", con el muñeco de madera que cobra vida, se recordó que el filme está a dos meses de ser estrenado por Netflix, con previo lanzamiento en cines seleccionados.Del Toro expresa que compara a Pinocho con personajes icónicos, universales y adaptables como Sherlock Holmes y Tárzan, que aunque no hayas leído la historia, los conoces. Son tan entrañables que son usados como metáforas para las condiciones humanas como las emociones, la ciencia, etc. Mientras continúa hablando sobre la cinta, comenta "Normalmente Pinocho aprende a obedecer y aprende a ser un buen chico, luego se convierte en carne y sangre. Lo que yo quería era que todos aprendieran de él. El grillo (por ejemplo) es pesado y extraño, pero aprende humildad y fragilidad. Geppetto aprende a amarlo por como es". Y para Del Toro, de eso se trata, la desobediencia como primer paso hacia el alma y la conciencia propia. "Hace 15 años, cuando empezamos el proceso, pensé que podría ser una gran herramienta para hablar de lo precioso y frágiles que somos como humanos, y cuánto nos necesitamos unos a otros", subraya. El ganador del Oscar por "La forma del agua", está feliz con el resultado que está a punto de verse.La tarea de dirección la compartió con Mark Gustafson ("The PJs2) con quien dio un acabado oscuro a la historia original de Carlo Collodi, ubicándolo en la época del dictador italiano Benito Mussolini, aliado alemán durante la Segunda Guerra Mundial. "La historia de nuestro Pinocho es sobre la desobediencia, un factor primordial para convertirse en humano y de cómo convertirse en humano no significa cambiar uno mismo o los demás, sino que entre la comprensión.Para Del Toro, la animación es una mina en la que pueden darse grandes historias porque es arte, no solo un género o para niños exclusivamente: "Puede abordar temas serios, profundos, conmovedores", subraya. Para el doblaje en español aún no se revelan las voces que la integrarán.Para la versión en inglés se tiene a Ewan McGregor como Sebastian el Grillo; Gregory Mann como Pinocho; Christoph Waltz como el antagónico Volpe y David Bradley es Gepetto. Una parte de la cinta fue hecha por animadores mexicanos, en el recién creado Taller de Chucho, ubicado en la Perla Tapatía. BB