Alejandro González Iñárritu será presidente del jurado de la edición 72 del Festival de Cine de Cannes, que se llevará a cabo del 14 al 25 de mayo próximo. Será la primera vez que el jurado del encuentro francés, uno de los más importantes dentro de la industria, esté presidido por un cineasta mexicano.“Desde el comienzo de mi carrera, el Festival de Cine de Cannes ha sido importante para mí”, anotó Iñárritu, quien cuenta con una exitosa trayectoria de casi 20 años.El también director, productor y guionista ganó reconocimiento desde su primer largometraje: “Amores perros” en el año 2000, con el que se llevó el premio de la Semana de la Crítica.Posteriormente, “Babel” (2006), que obtuvo el Premio de la Puesta en Escena en la edición 59 de Cannes, y “Biutiful” (2010, que le valió un premio a Javier Bardem), fueron presentadas en la selección oficial del encuentro.La ocasión más reciente en la que el mexicano participó en Cannes fue en 2017 con la instalación en VR “Carne y Arena” (Virtualmente presente, físicamente invisible) sobre el tema de los migrantes. Esa obra, que realizó junto al director de fotografía y visión de sus cintas, Emmanuel Lubezki, les mereció un Oscar especial de la Academia.“Me siento honrado y encantado de regresar este año, y estoy sumamente orgulloso de presidir el jurado. El cine fluye por las venas del planeta y este Festival es el corazón. Con el jurado, tendremos el privilegio de ser los primeros espectadores de las nuevas películas de nuestros colegas cineastas de todo el mundo. Es un verdadero placer y una gran responsabilidad, que asumiremos con pasión y dedicación”, apunta el cineasta nacido en la Ciudad de México.Pierre Lescure, presidente del Festival de Cine de Cannes, y Thierry Frémaux, delegado general, se mostraron felices que el cineasta haya respondido a su invitación.“Es muy raro que Alejandro G. Iñárritu acepte participar en un jurado. Cannes es el lugar de todos los cines, y gracias a la presencia del autor de ‘Babel’, todo el cine mexicano celebrará el Festival”, destacaron mediante un comunicado.Añadieron que además de ser un cineasta atrevido y un autor siempre sorprendente, “Alejandro también es un hombre de convicción, un artista de su tiempo”.Aunque su nombre está escrito en oro en la Meca del cine, “El Negro” vivió varias vidas antes de darse cuenta de que lo suyo era el cine. Por ejemplo, durante la década de los ochenta fue una de las voces radiofónicas más populares de la capital del país al frente de la emisora de radio WFM.Su espíritu aventurero lo empujó a dejar los micrófonos en los noventa para probar suerte en la publicidad y los cortometrajes con su productora Z Films. En ese tiempo conoció a uno de los hombres más importantes de su carrera, el guionista mexicano Guillermo Arriaga, con quien filmó “Amores Perros” (2000), estrenado en la Semana de la Crítica de Cannes. El filme, protagonizado por Gael García Bernal, representó a México en los Oscar.Luego llegaron “21 gramos” (2003), con Sean Penn, y “Babel” (2006), con Brad Pitt, que completaron la llamada “trilogía de la muerte” creada junto a Arriaga y con las que Iñárritu metió un pie en Hollywood. Pero el éxito y las discrepancias rompieron para siempre la amistad entre ambos.Iñárritu tardó cuatro años en recomponer sus bases en el cine. “Biutiful” (2010) fue su particular renacer con un drama en español protagonizado por Javier Bardem.Luego vino “Birdman”, su primera comedia, supuso su apogeo, a la vez que sacó a relucir su lado más político. Casi enseguida, ultimó “El Renacido”, un proyecto personal con un presupuesto estratosférico que lo consagró como uno de los mejores cineastas de Hollywood.