Mientras la ciudad duerme, desde hace 10 años la familia Ochoa se mantiene atenta a la penumbra de la madrugada, siempre lista para no desperdiciar ningún segundo que pueda significar la vida o la muerte cuando un accidente cimbra las calles.El cineasta Luke Lorentzen decidió sumarse a la adrenalina de la familia Ochoa y reflejar, a través del documental “Familia de medianoche”, los retos que enfrenta cuando su ambulancia sale en camino, y así explorar cómo este servicio privado convive con un sistema de salud público bastante raquítico que solo cuenta con 45 ambulancias de emergencia para atender a nueve millones de personas tan solo en la Ciudad de México.Luke (Santa Cruz de Islote) señala que “Familia de medianoche” comenzó a formularse desde 2015, cuando vivió en las cercanías del Hospital General y en donde inevitablemente se vio sumergido en una zona con mucho movimiento de ambulancias, justo ahí conoció a los Ochoa, quienes sin dudarlo lo invitaron a descubrir el universo y secretos que guarda una ambulancia en su interior.“Me invitaron a estar en una noche de trabajo y esa primera noche vi un mundo increíble y un poco surreal de las ambulancias privadas que están atendiendo accidentes a los que las ambulancias del Gobierno no llegan. Estas ambulancias privadas, por un lado, están salvando vidas, pero también comparten cómo es ganarse la vida en una ambulancia”.Agéndalo“Familia de medianoche” de Luke Lorentzen llega hoy a las pantallas mexicanas en salas comerciales.Aunque “Familia de medianoche” se llevó el Premio Mezcal a la Mejor Película Mexicana en 2019 en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y causó buenas impresiones en el Festival Sundance, Luke Lorentzen señala que la llegada de este documental a las salas comerciales será clave para concientizar sobre la importancia de las ambulancias privadas y de familias como la Ochoa, que pese a brindar su servicio con limitantes, no bajan la guardia para ayudar a quien más lo necesita.Luke explica que ganarse la confianza de la familia Ochoa fue fundamental para poder acompañarlos a los accidentes y registrar su forma de trabajo desde una perspectiva siempre respetuosa, ética y capaz de exponer los riesgos que también implica ser responsable de una ambulancia privada.“Aprendí realmente cómo funciona esto, me costó muchos meses aprender porque cada accidente es diferente, hay muchos hospitales, clínicas privadas, policías, no es algo sencillo, de verdad es una historia interesante. Cada noche vi pacientes llenos de confusión, que están en un accidente y no saben cuál ambulancia llegará, a dónde tienen que ir”.Luke —también realizador de otros filmes como “New York Cuts”— explica que si bien es conocido el trabajo que realizan los paramédicos y conductores de ambulancias en jornadas e incidentes habituales, la perspectiva cambia totalmente cuando se está a bordo de estas unidades de emergencia desde la una de la tarde hasta las nueve de la mañana del día siguiente, sin descanso de por medio.“Cada noche estás viendo momentos trágicos, pero también hay mucho humor y momentos familiares entre ellos que dan a la historia un poco de balance. Ver tantos accidentes sí fue una de las experiencias más difíciles de mi vida, creo que vi más de mil accidentes, algunos muy fuertes, cosas que nunca podrías imaginar, sí te impacta, cómo piensas de la vida, de la muerte”.JL