Afectada por el cáncer de páncreas, la actriz japonesa Minori Matsushima falleció a los 81 años de edad, dejando un legado mundial que cautivó a múltiples generaciones por prestar su voz a icónicas caricaturas y animes como “Candy Candy” –basado en el manga japonés escrito e ilustrado por Keiko Nagita- y “La pequeña Lulú”.Aunque la noticia del fallecimiento de Minori se ha revelado esta semana, a petición de la familia que decidió reservar el informe para vivir su duelo, ha trascendido que la actriz japonesa murió el pasado 8 de abril tras varios años de sobrellevar el cáncer que le afectaba.La noticia fue confirmada por la agencia Aoni Productions, que recordó el gran legado que Minori Matsushima –nacida el 1 de diciembre de 1940- marcó en los lanzamientos, versiones y adaptaciones originales de producciones infantiles que después se popularizaron con fuerza en Europa, Estados Unidos y América Latina, ya que Minori fue la guía para establecer el tono y parte de las personalidades que caracterizaron los protagonistas de historias animadas como “Tsuru” en “One Piece”, “Candy Candy”, “Toshiko/Toko Matsumiya” de LalaBell, “Ricky Kendall” en “Sandybelle” y “Sayaka Yumi” en “Mazinger Z”, por ejemplo.Entre los personajes que detonaron un gran cariño, respeto y admiración por parte de la audiencia y las productoras hacia Minori, fue su desempeño como “Candice White Ardley”, en “Candy Candy”, y aunque en América Latina y en particular en México, la caricatura fue transmitida con doblaje en español, en la última décadas diversas plataformas streaming con contenido en anime, comenzaban a compartir las sagas y episodios en su versión original con subtítulos en diversos idiomas, lo que permitió que la audiencia descubriera o viera por primera vez el trabajo impecable de Minori como “seiyu”, como se les nombra profesionalmente a los actores de voz.AC