Ayer dejó de sonar el acordeón más famoso de México y América Latina: Celso Piña falleció en el hospital San Vicente de Monterrey… ¿La causa? Un infarto al corazón.El músico y cantante nació en la ciudad de Monterrey el 6 de abril de 1953. Sus arreglos destacaron dentro de la cumbia y por su especialidad en un instrumento se hizo merecedor del sobrenombre “El rebelde del acordeón”; algunos más lo llamaron “El rey del acordeón”.El compositor y arreglista fue pionero en la mezcla o fusión de sonidos tropicales como base, conjugándolos con todo tipo de géneros populares.Al llevar a cabo la conjugación entre ritmos como sonidero, ska, reggae, rap y hip-hop, entre otros, es que se le ha considerado como uno de los mejores músicos del mundo.Piña vivió mucho tiempo en la Colonia Independencia de Monterrey, para la cual escribió una cumbia llamada “Mi Colonia Independencia”. La localidad estaba enclavada en el Cerro de la Campana, motivo por el cual se ganó también el sobrenombre “El cacique de la campana”.Hace un año, esta casa editorial tuvo la oportunidad de entrevistarlo, previo a su presentación en el C3 Stage en agosto del 2018, la última ocasión en que el músico se presentó en Guadalajara. En aquella charla nos compartió la historia de su querido instrumento y sus primeros pasos en la industria de la música; además, se describió a sí mismo como “extraordinario”.-Me lo regaló mi papá. Yo le comenté mi curiosidad por aprender a tocar el acordeón, un día llegó con uno de una sola hilera, pero me sirvió para agarrarle gusto y aprender solito.-El sonido que tiene el instrumento me pone la piel de gallina y todas las cosas que se pueden hacer con él me vuelven loco. Al tocarlo siento cómo fluye la idea desde mi cabeza hasta mis manos; es un sentimiento inexplicable. Es como una extensión de mi mente y, aparte de todo, me da de comer. ¡Qué más se puede pedir!-Trabajaba en el área de mantenimiento del hospital infantil en Monterrey. Luego jalé a mis hermanos y a un par de cuates y comenzamos a tocar en fiestas y bares. Más tarde dejé mi trabajo en el hospital para dedicarme de lleno a tocar. Fueron años difíciles, pero a la vez muy divertidos y emocionantes.-Me di cuenta que yo funcionaba cuando en mis conciertos asistía gente que no veía antes en mis bailes. “Barrio Bravo” fue un parteaguas para saciar mi curiosidad y ampliar mis alcances musicales. Cuando noté el resultado me sentí muy complacido de dar algo diferente al público y que éste lo aceptara con gusto.-Todas la he disfrutado mucho, ha sido una gran enseñanza por parte de toda la gente con la que he trabajado. Me gustaría trabajar con Joaquín Sabina, Carlos Santana, Aníbal Velázquez, Alfredo Gutiérrez, entre muchos otros.Tras confirmar la muerte de su padre Celso Piña, Cecilia Piña Ortiz describió al cantante como “el mejor padre del mundo” y colocó en su cuenta de Facebook un texto que replicó a través de sus amigos: “Papá, te amo con todo mi corazón; fuiste y serás siempre el mejor del mundo, no tengo palabras para expresar… No sabes cuánta falta me vas a hacer, pero al final estaré muy agradecida y bendecida por Dios por haberme dado la dicha de estar contigo hasta el último momento, ahora vas a estar llevando tu música en el cielo, a donde te faltaba llegar… Te amamos tu familia y toda tu gente QEPD Celso Piña. El cielo ya está de fiesta”.