Seguir por el camino independiente y desapegarse de las tendencias de la industria musical se han convertido en verdaderos deleites para Ely Guerra, quien sin disqueras que dirijan su carrera y con toda la libertad creativa como esencia, se ha consolidado como una de las cantautoras más destacadas de la escena sonora de México.En la recta final de “El Origen Tour”, Guerra hace escala en Guadalajara para alistar su próximo concierto en el Teatro Diana, espacio en el que se reencontrará con los tapatíos en un formato íntimo para hacer un repaso por lo más esencial de su trayectoria, la cual sigue de fiesta al llegar a las dos décadas de historia.Con la complicidad del piano, Ely Guerra se encamina a culminar cuatro años de recorrer el país en compañía de “El Origen Tour”, concepto con el que la cantante reflexiona sobre las diversas facetas que ha compartido con el público y las canciones que si bien nacieron de su puño y voz, han tenido la capacidad de permear en la vida del público, tanto de aquellos fans que se han mantenido fieles desde hace 20 años, hasta en aquellos que recién la descubren.“Esta gira está diseñada para un show íntimo, pero en todo el país me la aventé en espacios abiertos y me emociona venir al teatro. Uno siente temor de desnudar canciones de producciones que armaste con tanto amor en un estudio, donde elegiste los instrumentos y cada armonía con guitarras, efectos, batería; y ahora vemos que el resultado es un material vivo, canciones escritas que tienen fondo y forma que se pueden compartir con un piano y la voz”, comenta en entrevista la cantautora.Ely Guerra puntualiza que esta experiencia más minimalista sobre el escenario le ha permitido tener un acercamiento distinto al público; aunque el ambiente se presta más a la bohemia, el estilo de la cantante sobresale junto al frenesí que los propios fans imprimen en las canciones que salen de su versión tradicional.“Pareciera que este aire de minimalismo podría sugerir cierta sobriedad, pero es cuando más punks se ponen los fans y gritan por las canciones. Disfruto mucho, creo que ahorita tengo la mejor voz que he tenido; es un tesoro para mí, la música ha sido una gran maestra”.La cantante señala que tras 20 años de carrera, el encuentro generacional con el público ha sido un factor clave para reforzar el cariño y el origen de sus canciones que fueron compuestas en distintas circunstancias y etapas de su trayectoria.“Es bonito, escucho comentarios que me dicen que sus mamás escuchaban mi música y ahora es de fans más jóvenes. Sigo sorprendida de tener seguidores de mi música que son muy jóvenes, eso me indica que son canciones vivas, que no importa el formato o la producción, lo importante es la canción, lo que siempre han propuesto y por lo que fueron escritas”.Pese a que la industria musical se ha volcado al apogeo de los ritmos urbanos desde una perspectiva comercial, Ely Guerra destaca el no verse presionada ante los nuevos mecanismos de esta industria y ante las dinámicas actuales en el consumo de la música por parte del público.“Aprendí que mi guerra no era ir en contra de la industria, mis batallas yo las tenía que luchar o superar a través de hacer las cosas como creo que se tienen que hacer, por eso es que desde hace más de una década soy músico independiente, nadie me dice cómo tenemos que hacer las cosas o nadie paga los proyectos, hemos trabajado duro por nuestros proyectos y por establecer un código y una ética laboral dentro de una industria que se mueve de una manera en la que no comprendo y no es sana para mí”.A la par de sus conciertos, Ely Guerra también se ha enfrascado por completo en la promoción de la lectura al figurar como cuentacuentos en diversas ferias literarias en las que apuesta por acercarse al público infantil a través del programa “Crece leyendo”, con el que ha participado en el Festival Cervantino, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y, recientemente, en el Festival de Letras en Tepic, por ejemplo, con lecturas de temas de actualidad.“Lo más bello es manosear la prosa que otros han escrito, procurarla para aquellos que no la tienen cerca, que la descubran y la hagan un hábito en su vida. No es solo que los niños cultiven el hábito por la lectura, también es para que aprendan términos como la corrupción, la igualdad de género, porque merecen entenderlo y vivirlo”.Ely Guerra en concierto en el Teatro Diana el 1 de marzo a las 20:00 horas. Boletos: desde 350 a mil 200 pesos.