De forma repentina, sin explicación y dejando un nudo en la garganta para todos aquellos que en algún momento se sintieron acompañados por su voz. Sin respuestas y con todas las preguntas flotando en el viento. Así se sintió la muerte de Dolores O’Riordan, líder de The Cranberries.La noticia de su fallecimiento corrió como pólvora en redes sociales, despertando primero una sensación de incredulidad, luego sorpresa y al final un profundo dolor.La artista falleció de forma súbita en Park Lane, un hotel de Londres, donde participaba en una sesión de grabación, después de superar unos problemas de salud que obligaron a la banda a cancelar el pasado año una gira mundial. Su partida apaga de paso a una de las voces más reconocibles de las últimas décadas, especialmente de los años noventa del siglo pasado, cuando alcanzó la fama con temas clásicos para el rock e himnos para almas en busca de paz, como “Zombie”, “Dreams” o “Linger”.Siempre con una voluntad de hierro, aunque con una salud frágil, la noticia de su partida tomó a fans y periodistas por sorpresa, en especial porque O’Riordan, con 46 años al momento de su partida, parecía haber recuperado la fortaleza de su voz, tal y como ella misma explicó el pasado diciembre en el perfil de Facebook de The Cranberries, cuando celebró que había dado en Nueva York su primer concierto “en meses” y que se sentía “genial”. Nadie imaginó en aquel momento que también sería el último.Nacida en la pequeña localidad de Ballybricken, próxima a la ciudad de Limerick, Dolores Mary Eileen O’Riordan destacó muy pronto por su capacidad como cantante para modular sus cuerdas vocales y alternar graves y agudos, en un estilo tradicional irlandés que ella acopló con éxito al pop/rock/grunge de The Cranberries.En su Limerick natal, Dolores conoció a finales de la década de los años 80 a los otros tres músicos con los que formaría The Cranberries, Feargal Lawler (batería), Mike Hogan (bajo) y Noel Hogan (guitarra).Tras unos comienzos frustrantes, la banda llegó a cautivar a millones de personas en los años 90, década en la que publicaron sus legendarios discos “Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?” (1993) y “No Need To Argue” (1994).En la segunda mitad de los noventa, su estrella fue decayendo hasta llegar al quinto álbum “Wake Up And Smell The Coffee” (2001) y a la desbandada del grupo dos años después para desarrollar sus carreras en solitario.Durante ese periodo, O’Riordan publicó como solista dos placas, “Are You Listening?” (2007) y “No Baggage” (2009), si bien nunca alcanzaron la fama de los primeros trabajos con The Cranberries, con quienes publicó en 2010 “Roses” y el acústico “Something Else” el año pasado.La etiqueta de clásicos les garantizó siempre una legión de fieles seguidores. Hoy Dolores, ya es leyenda.La intensidad que desplegó en el escenario era reflejo de cómo Dolores llevaba su vida privada. Teclista y guitarrista también, estuvo casada con el empresario musical Don Burton, vinculado al grupo británico Duran Duran, de quien se separó en 2014 tras casi 20 años de matrimonio, durante el que tuvieron tres hijos.En 2010, O’Riordan emprendió acciones legales contra Noel Hogan, guitarrista y coautor de la mayoría de canciones de la banda irlandesa.Hace un par de años también fue noticia por el disco que publicó junto al bajista de The Smiths, Andy Rourke, con una nueva banda llamada D.A.R.K. y por la multa de seis mil euros que tuvo que pagar por escupir y dar un cabezazo a un policía tras ser detenida por alterar el orden en un avión.Tras superar las diferencias que los llevaron a los tribunales, The Cranberries volvieron a reunirse para una gira que empezó en Polonia en junio de 2016.Sin embargo, a comienzo del pasado mayo de su gira europea, la banda se vio obligada a cancelar el resto de citas programadas debido a los problemas de salud de O’Riordan.