La comedia es fundamental en la vida profesional de Diego de Erice, quien por segunda ocasión se suma a “Me caigo de risa”, programa del Canal 5 de Televisa en el que se desarrollan retos cómicos y con cierto nivel de dificultad para sumar puntos junto con el público y demás artistas invitados.De Erice señala que el programa, que va por su cuarta temporada al aire, ha resultado una de las más gratas experiencias para seguir forjando esa pasión que le despierta la comedia, pues además de participar también en telenovelas de otras índoles, su instinto cómico se ha expandido al teatro desde la dramaturgia.“La risa es necesaria, terapéutica y debería ser obligatoria, vivimos diario con problemas sociales y situaciones muy alarmantes, hay poca sensibilización en la tele y esto es una buena forma de encarar los problemas. El mexicano recurre a la comedia para olvidarse un poco de los problemas y nosotros somos también encargados de alivianar a alguien más”.Diego de Erice señala que “Me caigo de risa” ha tratado de romper con los moldes tradicionales de los programas cómicos y muestra de ello es la alta audiencia que mantiene desde su primera temporada y que ahora los lleva a estar nominados en la categoría de “Mejor programa de concursos” de los próximos premios de TVyNovelas.“Ahora vienen dinámicas nuevas, juegos con el público, somos de los pocos programas que tienen este éxito tan grande en televisión abierta y eso es un privilegio. Es un programa que está uniendo nuevamente a las familias (…) mucha gente podría pensar que el programa es fácil, no es solo es ir y hacer relajo, también es complicado, te implica agilidad mental, manejar la comedia y tener fortaleza física hasta para los escenarios inclinados y jugar en todo el programa”.Ante la naturaleza del programa y las situaciones chistosas a las que pueden estar sujetos los participantes y los mismos conductores, Diego de Erice puntualiza que este tipo de dinámicas ofrecen un panorama diferente de lo que significa “hacer el ridículo” a nivel nacional, por lo que disfrutar con gracia la experiencia le ha permitido despojarse de miedos y prepararse mental y hasta físicamente para cualquier reto e improvisación que surjan en el programa.“El truco está en perderle miedo al ridículo, todos estamos expuestos a hacerlo en cualquier momento, en la calle te puedes tropezar o te preguntan algo de sorpresa y puedes responder alguna ‘tarugada’, aquí pierdes el miedo y no te lo tomas personal para que el público se divierta y nosotros también, si la gente se burla de ti y te ofendes, caíste también en un error, hay que saberse reír de uno mismo y eso lo hacemos siempre en el programa”.Paralelamente, Diego se mantiene en la obra de teatro “Como quieras, ¡perro ámame!”, que desde hace siete años se mantiene en cartelera en la Ciudad de México y con la intención de traerla a Guadalajara.