Aunque la confusión reinó por momentos en algunos tapatíos al desconocer por qué tanta gente se congregaba la tarde de este miércoles en los cruces de Paseo Alcalde y Avenida Hidalgo, la curiosidad pudo más que la indiferencia cuando policías maquillados de catrinas y catrines comenzaron a tomar su lugar en la colorida procesión que haría desfilar a las tradicionales calandrias del Centro Histórico de Guadalajara, atrayendo así a niñas, niños, jóvenes y familias enteras para sumarse a la celebración de Día de Muertos en el primer cuadro de la ciudad.Tratando de organizar al público que ya esperaba afuera de la presidencia municipal de Guadalajara y explicando que a las 17:00 horas daría inicio el desfile de calandrias, como parte de las actividades de la Fiesta del Más Allá impulsada por el Gobierno de Guadalajara, diversos funcionarios de la Secretaría de Turismo brindaron las indicaciones a los asistentes que, indecisos por tomar un buen lugar, no dudaban en colarse poco a poco en las diversas brigadas de catrinas y catrines para tomar fotografías de las “calaveras vivientes” que resaltaban por vestimentas tradicionales y coronas florales de cempasúchil.Con el redoble de la banda de guerra, conformada por jovencitos que orgullosos portaron playeras del Colegio de Bachilleres del Estado de Jalisco (COBAEJ), el desfile inició siguiendo el ritmo de avance del par de vehículos tipo “Twizy” de la Policía de Guadalajara que encabezaron la procesión, a la que le siguieron dos caballos de la Policía Montada, que para sorpresa de los tapatíos, los equinos “lucieron” su esqueleto al presentarse con un poco de pintura para simular que habían llegado del “más allá”, al igual que sus jinetes.Previo a que la veintena de calandrias eléctricas y con caballos emprendieran su marcha, entre los participantes que más curiosidad causó fue un féretro motorizado, que en su papel de carroza, avanzó dando un toque más lúgubre a Paseo Alcalde, en donde a la par del desfile, se vestía de más colores con los tapatíos que atendieron la fiesta caracterizados de catrinas y catrines.Conforme la procesión siguió su camino por Paseo Alcalde, algunos asistentes optaron por dejar de seguir el desfile por un momento y aprovechar el paso junto al par de catrinas gigantes que daban la bienvenida al filo de Plaza de Armas para tomarse fotografías antes de que oscureciera por completo.Aun con algunas bancas desocupadas en la plaza, la Banda de Música de Guadalajara ya alistaba sus repertorio en el kiosco, causando aún más curiosidad en aquellos que desconocían el programa de la noche que anunciaba varias activaciones relacionadas al Día de Muertos con actos escénicos, danzas prehispánicas y diversos módulos para maquillarse como catrinas.En punto de las 18:00 horas, la Banda de Música de Guadalajara emprendió su viaje sonoro, y aunque al principio el público se mostró tímido, poco a poco algunas parejas decidieron abrir “pista” y ofrecer sus mejores pasos al ritmo de los vals que surgían desde el histórico kiosco, siendo piezas como “Dios nunca muere” y “La llorona” las melodías que mayor ovación generación entre el público.Treinta minutos después, un grupo de catrinas y catrines irrumpieron en la plaza y siguiendo el ritmo del ensamble sonoro dieron inicio a la Marcha Macabra Nupcial, en donde calaveras bailarinas caracterizadas de Adelitas, novias y escaramuzas, encontraron en charros y elegantes caballeros a la pareja ideal para hacer de la Plaza de Armas un verdadero encuentro de romance y bohemia.MF