Cuando un músico se divierte en escena se nota. Cuando se tiene alma de niño en un cuerpo adulto - y bastante peludo- se nota. Cuando un músico ama lo que hace se nota. Son Red Fang en directo.Lo suyo es un stoner rock pegadizo, duro, conciso, que al instante de escucharlo se te mete en la médula y te hace tararear los coros y mover la cabeza como por arte de magia. Red Fang, mordida embriaganteLos de Oregón llegaban por primera vez a Guadalajara con cuatro discos a cuestas y litros, y litros y litros de cerveza bebida. Bryan Giles, Aaron Beam, David Sullivan y John Sherman dejaron en claro que se puede sonar mejor en vivo que en los discos, y no, no es que sus grabaciones sean malas, son bien producidas, sin embargo, la dosis de energía que poseen sus canciones es bestial, un sonido perfectamente amalgamado que llena por completo los oídos y retrata a la perfección a qué debe de sonar una banda de rock duro.Sin intro, sin aspavientos, sin escenografía, con un sencillísimo escenario los cuatro integrantes de Red Fang subieron al entarimado y demostraron porque es que tienen ya una base sólida de fans alrededor del mundo.'Blood Like Cream', 'Night destroyer', 'Crows in Swine' fueron la punta de lanza de la noche. "No somos estrellas de rock. Nunca lo hemos sido", nos confesaba Aaron Beam días antes de su show, pero sus palabras se vienen abajo tras verlo en vivo. Beam, literalmente gruñe las letras, hace que los asistentes canten a su lado. Toma su pesado bajo y se próxima a ellos en varias ocasiones. Se pone codo a codo y demuestra que la sencillez es parte también de ser un gran artista. De hecho, al final del show, los integrantes de 'Red' salen de sus camerinos y conviven con sus fans. Se toman fotos y firman vinilos. 'Not for you', 'Into the eyes' y uno de sus grandes éxitos le siguen: 'Wires'. Son como niños grandes con juguete nuevo, sólo que su juguete les ha perdurado más casi 15 años y les durará por mucho, mucho tiempo más.