Tras el revés que las autoridades gubernamentales dieron a la apertura de salas de cine en distintos puntos del país al suspender nuevamente las actividades en estos recintos, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) confía en que se agilicen los análisis que permitan la reactivación de ésta y otras actividades esenciales para el gremio. En entrevista, Fernando de Fuentes, presidente de Canacine, señala que las cadenas de cine son las que están en diálogo directo con las autoridades para que las salas de exhibición operen nuevamente con los protocolos sanitarios pertinentes teniendo la consigna de escalonar horarios de proyección y reducir el aforo mediante el distanciamiento de butacas o asientos disponibles para los usuarios y así evitar aglomeraciones.Puntualiza que no se tiene una cantidad exacta del impacto económico que el cierre de salas y otras actividades relacionadas significan desde marzo pasado cuando se activó la contingencia sanitaria en México, pero en promedio se contabilizaban 30 millones de boletos vendidos por mes en taquilla a lo largo de las siete mil 500 salas que hay en México, además de que al menos 50 producciones están completamente suspendidas.“Si consideramos que ha habido tres meses de cierre, estamos hablando de 90 o 100 millones de asistentes que han dejado de ir a las salas de cine, esto es sólo en ingresos de taquilla (…) estimamos que habrá unos cinco mil 500 millones de pesos que han dejado de ingresar a taquilla, que son los 100 millones de boletos por el precio promedio de 55 pesos de cada uno”, explica al detallar que a este impacto se suma la derrama económica paralela que un cine genera o aproxima en un centro comercial o localidad en la que generalmente son ancla de visitantes para otros comercios y servicios.Fernando de Fuentes recalca que desde Canacine se ha trabajado para hacer frente a información errónea sobre lo que significaría la apertura de salas de cine, al considerar que con las medidas sanitarias correctas estos espacios pueden operar y ser seguros para los empleados y espectadores.“Lo que buscamos y que evidentemente está por encima de todo es la salud del público asistente; en el cine hemos estado realizando los protocolos para demostrarle a las autoridades y al público que el cine es seguro y lo sigue siendo por su naturaleza, que hay mucho espacio entre los asistentes, hay aforo limitado, desinfección de las salas, baños y áreas comunes, programación desfasada para que el público no llegue al mismo tiempo”.Fernando de Fuentes explica que Canacine ha abogado por establecer estrategias que permitan la recuperación de la industria mediante prórrogas o facilidades para el pago de impuestos o declaraciones fiscales propias del gremio; sin embargo, las autoridades correspondientes no han dado respuesta ni establecido fechas o mesas de diálogo para concretarlas o intercambiar posibilidades que ayuden a la industria cinematográfica mexicana.Destaca que a raíz de la pandemia se ponen sobre la mesa situaciones que se han arrastrado por años en los sectores culturales, artísticos y creativos, dejando en claro la urgencia de desarrollar escenarios laborales que garanticen seguridad médica, social y/o estabilidad económica a otras áreas del gremio que por lo general no están ante los reflectores como técnicos y equipo de producción; además de impulsar el ejercicio cinematográfico en otras áreas de México para detonar mayores empleos en lo local y atraer producciones extranjeras.Señalan discriminación a cinesSobre el anuncio que hizo ayer el gobernador de Jalisco, respecto a que las salas de cine permanecerán cerradas hasta nuevo aviso en el Estado, Tábata Vilar Villa, directora general de Canacine, señaló que el gremio está desconcertado al considerar que no hay una respuesta concreta sobre los motivos que obligan al cierre pese a tener protocolos sanitarios al igual que otros comercios ya reactivados; la industria prevé que de seguir así será insostenible la plantilla laboral que sigue percibiendo su salario desde el inicio de la contingencia.“Nos están discriminando a los cines, no hay mayores argumentos del por qué sí puede abrir un restaurante, una iglesia o hasta una estética de tatuajes; qué bueno que están abriendo, pero por qué los cines no, cuando los cines tienen protocolos tan sólidos y rigurosos y probados en otras partes del mundo como Japón y Corea, que no cerraron sus cines durante la pandemia, lo único que hicieron fue establecer las mismas medidas que Cinemex y Cinépolis están estableciendo en sus cines; lo más seguro es que sí tenga que suceder el despido de gente, es algo que se ve venir en caso de que no permitan la apertura, no es un elemento de presión, es una consecuencia”.JL