Hoy se estrena en salas nacionales la película argentina “El Suplente” del director Diego Lerman. En Guadalajara se podrá ver en la Cineteca FICG y el Cineforo. El filme ha tenido un buen recorrido por festivales de cine y ya se estrenó recientemente en ciudades de Europa.EL INFORMADOR conversó con Diego sobre esta cinta que aborda la vida del profesor de literatura “Lucio”, interpretado por Juan Minujín y su grupo de alumnos adolescentes que atraviesan por temáticas sociales en un contexto de marginación.“El personaje de ‘El Chileno’ (Alfredo Castro), quien es el padre de ‘Lucio’, dice en algún momento de la película: ‘Nadie se salva solo’, y bueno, eso es un poco de lo que impera en la película, la idea de comunidad en esta época tan de individualismo o de pensar en lo propio, cuando en general es entender que socialmente estamos todos unidos a un mismo destino, independientemente de lo mejor o peor que pueda estar uno. Entonces, hay algo de eso que se respira en la película, y la educación como un gran patrón y un gran factor de esto, además de una posibilidad y una herramienta desde donde poder formar adolescentes y mostrarles en estos barrios tan complicados, una idea de futuro que muchas veces es lo que no hay, más que un presente constante”.Además, también Lerman quiso visibilizar a través de su película, la labor de estos profesores, “la cual excede totalmente su rol docente, muchas veces salvan vidas, ponen el cuerpo hasta dar la salud y generalmente son muy poco reconocidos”. El tema lo atraviesa porque también ha sido profesor. Recuerda que en el desarrollo de este proyecto, el productor Juan Vera tenía una investigación a la cual él accedió, le interesó mucho y decidió involucrarse.“Yo soy docente, he dado clases de cine, pero en alguna época también he dado clase en escuelas secundarias, y también fui alumno, tuve docentes que me cambiaron la vida. Entonces, a partir de esta sensación es que me impliqué y accedí a hacer una investigación a lo largo de dos años, mucho más amplia, que tenía que ver con ir a este tipo de escuelas. Me interesaba lo que sucedía con la educación en estos extremos donde se juega la vida y la muerte, donde pasa algo muy concreto y fue encontrarme con profesores que ponen el cuerpo, la salud y la vida porque creen que tienen una tarea que cambia las posibilidades de sus alumnos”. Resalta además que estos profesores también son seres humanos que tienen sus propias frustraciones, con salarios que no son buenos y pese a ello van más allá de su trabajo para incentivar un cambio, “pero no todos son así obviamente, estarán los que llegan a dar su clase y se van, pero a mí me interesaban aquellos que se implicaban, que cruzaban esa barrera y que se involucraban con los alumnos y con el barrio”.Y esto es lo que se plantea con “Lucio”, un profesor separado que tiene una hija que está entrando a la adolescencia, pero que también él atraviesa por una crisis existencial, ha perdido la posibilidad de una cátedra, su padre está enfermo y ahora es el suplente de la clase de literatura donde comenzará a involucrarse con la vida de sus alumnos.Expresa Diego que el trabajo con Juan Minujín fue muy valioso, porque además, se involucró plenamente en la película: “Juan fue un aliado fundamental, yo necesitaba un actor como ‘Lucio’, que se implicara con todo, era poner el cuerpo, pero también el alma, y a Juan la temática y el guion lo atravesaban, desde la primera reunión que tuvimos hasta todo lo que fue sucediendo, era algo que lo conmovía, era algo en lo que quería estar y quería participar, proponía cosas y en las pruebas de casting hacíamos pruebas con él y con los chicos para ver cómo funcionaba, él ha sido una parte esencial de ‘El Suplente’”.Además, dentro de todo este contexto humano y vulnerable, la cinta también hace guiños al género policíaco, atando cabos y juntando pistas. CT