El violinista David Garrett, uno de los grandes prodigios del espectáculo internacional, está listo para llegar a Guadalajara este 4 de noviembre al Auditorio Telmex, con un espectáculo electrizante que promete dejar una huella profunda entre sus fieles tapatíos.Con su “Explosive Live Tour” en el Telmex, Garrett se dice listo para enamorar a sus seguidores jaliscienses y de paso, sembrar con los sonidos del violín las noches tapatías. Aquí te damos cinco razones para no perdértelo. ¡Los boletos ya están en la taquilla y al sistema Ticketmaster! La cita es a las 19 horas• La vida de Garrett (nacido en Alemania en 1980) ha estado ligada al arte desde la infancia. Hijo de una primera bailarina y un jurista, a los cuatro años tocó un violín por primera vez, y a los cinco ya se encontraba practicando incansablemente.• El trabajo que hace Garrett causa polémica entre los puristas del violín. El teutón siente a la música como un ser vivo, en constante cambio, por lo que estructura sus espectáculos con una combinación de piezas clásicas que se intercalan con otros sonidos mucho más contemporáneos.• El escenario no es el único espacio donde David Garrett ha logrado captar la atención de los espectadores. También el cine, donde protagonizó la película “The Devil’s Violinist” (2013), que relata la vida del legendario violinista y compositor italiano Niccolo Paganini, quien en el Siglo XIX revolucionó la manera de ejecutar piezas para este instrumento.• ¿Su gran secreto sobre el escenario? Como se lo confesó en una entrevista a este diario, una palabra: Disfrutar. “No hay un guion para darle espectacularidad al show, porque lo único en lo que me concentro es en la música. Lo demás se va por añadido. Creo que el secreto para ese equilibrio en todo caso es que disfruto tocar la música y disfruto ver que la gente está pasando un buen rato con lo que hago”.• Garrett creció en un hogar donde la música clásica se desayunaba, comía y cenaba. Confiesa que la primera vez que escuchó música de otras corrientes fue en la radio y cuando tenía…¡13 años! “Abrir mi mente al rock y a la avalancha de sonidos que no tenían que ver con lo clásico resultó en algo fundamental para lo que quería y lo que estoy haciendo con mi vida”.