Hay historias que comienzan con una guitarra, y la de Carlos Quintana es una de ellas. Él no imaginaba cuando comenzó a tocarla a sus 14 años, mientras se encontraba en el seminario, que su vida y el camino que había elegido iba a cambiar por completo.Carlos dejó el seminario, de donde se llevó riqueza espiritual, valores y disciplina, y comenzó una aventura en los terrenos de la música, explorando esencialmente la balada pop. Además, al seguir sus sueños decidió que se involucraría en todo el campo creativo: Toca, canta y compone sus temas.En charla con este medio confiesa que “fui seminarista, quería ser sacerdote. En el seminario (donde estuvo casi un año) comencé a aprender a usar la guitarra, y gracias a eso empecé a escribir mis sentimientos, todo lo que sentía lo transformaba en composiciones”.Quintana, como buen enamorado de la vida, reconoce que “no puedo escribir si no me siento inspirado. Comencé a los 14, ahorita tengo 20 y me considero un cantautor que depende de la inspiración. Me gusta hacer canciones fuera de lo normal, que no vayan por el camino de lo comercial. Busco conectar con la gente a través de las historias y dejar un mensaje”.El ejemplo lo pone con la que fue su primer canción, “Amor a distancia”, que compuso por una situación que vivió en carne propia. A ésta le siguió “De ti me enamoré”, un tema que “mucha gente puede pensar que es para la novia, pero lo compuse para todos aquellos que amamos: Padres, tíos, hermanos, amigos”.Ahora es “Sueños” el tema con el que suena en redes, donde “doy una palabra de ánimo para aquellos que persiguen sus sueños, para que no desistan en su camino”.