Es imposible imaginar cómo sería un mundo sin café. Y para el ingeniero Martín López, es todavía más difícil imaginarse un día sin una buena taza de rebosante cafeína. “Es una delicia y un ritual disfrutarla cada mañana”.Amante de este elíxir oscuro y curioso por naturaleza, Martín López es el actual director de Café Europa, establecimiento que este 2017 celebra seis décadas de historia y poco más de un año de haber aterrizado en Guadalajara (López Cotilla 1539). Su fama en tierras purépechas poco a poco se ha visto reflejada entre los tapatíos que buscan una buena charla, un espacio tranquilo y sobre todas las cosas, una deliciosa taza de café.En una época donde abundan las bebidas instantáneas y rebosantes en azúcar, disfrutar de un buen café se ha vuelto algo indispensable. Llegar al local, sumergirse en sus aromas, seleccionar el grano, conversar con el barista y el mesero, elegir el mejor lugar y beber con toda calma la taza. El ritual es simple y a la vez complejo.Una delicia que ya forma parte de la vida de Martín López y que quiere compartir con todos aquellos amantes de la buena bebida.—Más allá de gustos personales, ¿por qué siente que es tan importante el café?—Socialmente, el café siempre da de qué hablar. Fue en las cafeterías donde se comenzaba a hablar de las revoluciones en Europa en el siglo XIX. ¡Cuántas tazas no habrán inspirado la mejor música!Para los mexicanos, ir a un café hoy significa la posibilidad de ver gente y dejarse ver. Es un punto para socializar y coincidir. Conversar con amigos, el barista o el mesero. Una experiencia tan ritual como deliciosa.—¿Cómo debe ser un local moderno de café?—Hace 10 años nos enganchamos a la corriente de barras de café y crecer en ella. Ha funcionado, pero porque no dejamos de aprender, de buscar maestros de café y difundir la cultura que hay en torno a esta bebida.—Más allá de lo cultural, suele ser algo habitual, ¿recuerda cuándo probó su primera taza?—Yo tendría 10 años de edad más o menos, debe haber sido en uno de esos desayunos familiares donde una buena taza siempre estaba presente. Vengo de una familia grande, con 11 hermanos, así que eran comidas grandes (risas), pero jamás faltaba el café con leche. Todavía recuerdo esa olla peculiar, de peltre, donde se preparaba el café.—De entre 11 hermanos, ¿cómo fue que terminó tomando la estafeta en el negocio?—Realmente son “Diosidencias” de la vida. Todos colaborábamos en las tareas domésticas y de la empresa, y te soy sincero, a veces a regañadientes (risas). Desde esa época me fascinaba descubrir el cómo de las cosas, desde cómo reparar un molino o una máquina, tendría unos 12 o 13 años.Ya en los años noventa, con la carrera terminada, se comenzaron a perfilar las cosas. En casa tenemos un tostador alemán que fue el orgullo de mi padre, y siempre fui el encargado de mantenerlo en buenas condiciones. Yo entiendo de metales, de cómo funcionan las cosas y mantenerlas bien, incluyendo las máquinas de café espresso. Soy un curioso y trato de aprender siempre, creo que por eso me ofrecieron tomar esta responsabilidad.—60 años se dicen fácil, pero construirlos, no cualquiera…—Es un orgullo estar a la cabeza de una empresa mexicana, moreliana, con este tiempo en el gusto de la gente. Y más porque sigo con la historia que comenzaron mi abuelo Salvador y mi padre José López.—Una última, ¿qué tal está el tostador alemán?—(Risas) ¡Perfecto! Unos europeos vinieron a checarla, dicen que está bien cuidada, mínimo para unos 100 años más.Celebran con protocolo de catasDESCUBRE Conoce un poco másEntre las bebidas con las que cuenta el Café Europa están el espresso, macchiato, americano, capuchino y latte. En el recinto también podrás encontrar soda italiana, frappé, tisanas y tés, entre otras delicias. También cuenta con barra de repostería. SABER MÁS Las bebidas de casaVisita el Café Europa. Se encuentra en López Cotilla 1539, colonia Lafayette. El horario es de lunes a domingo de 08:00 a 22:00 horas.