Beyoncé Knowles Carter, el nombre de un ícono de la industria musical, mayormente reconocida a nivel mundial que por su poderosa voz y enorme talento ha ido sembrando grandes éxitos en su carrera profesional.Pero, ¿Sobre qué hablaremos? El tema aquí es lo que ocurre detrás de cada artista, es decir pensamos que no sufren y que todo es perfecto en la vida de un artista. Sin embargo, detrás de la fachada de perfección y talento indiscutible, se esconde una historia de superación, aceptación personal y amor propio; que demuestra que hasta los grandes artistas sufren. La cantante Beyoncé mucho antes de ser conocida, era una pequeña con sueños y metas. Creció en Houston, Texas y desde temprana edad le apasionaba la música, el canto y sobre todo bailar. Pero lo triste de todo, es que de niños podemos sufrir comentarios negativos acerca de nuestro aspecto físico, como tal fue el caso de la artista. Seguramente, te estarás imaginando otros apodos que son crueles, pero no tanto como el de la famosa Beyonce. Pues, “Dumbo” fue el apodo que en su juventud tuvo que soportar que la llamaran así. Incluso en un informe se afirmó que la llamaban así por sus enormes orejas. En cambio, la intérprete poco a poco fue asimilando que la apariencia física no es más que un plus a tu persona, más sin embargo “lo que define tu ser es tu talento, inteligencia y autenticidad”. Asimismo, con el apoyo de su familia y su firme creencia en sí misma, Beyoncé transformó cualquier duda o inseguridad en una motivación para superarse y alcanzar sus objetivos.Su éxito en la música, la actuación y la moda la ha llevado a convertirse en un ícono cultural, cuyo impacto va más allá de la industria del entretenimiento. SN