El quehacer artístico sigue su marcha en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y para concluir su tercer día de actividades, el cantante y actor Benny Ibarra fue responsable de cerrar con broche de oro la jornada literaria al protagonizar el clásico “Novecento”.La obra creada por el dramaturgo italiano Alessandro Baricco, llegó al Foro FIL virtual (con la traducción de Xavier González Rovira, y dirección y adaptación de Mauricio García Lozano) con una transmisión en vivo que, hasta el último segundo de la puesta en escena, logró conectar con más de 600 espectadores tan solo en la plataforma de YouTube.Esta puesta recordó la peculiar historia de Danny Boodman T.D. Lemon “Novecento”, pianista considerado extraordinario, quien inmerso en un vaivén marítimo entre Europa y América a bordo del transatlántico de vapor “Virginian” de 1927, deleitaba cada noche a sus acompañantes de viaje con recitales únicos en su tipo.La propuesta del Foro FIL tuvo al Conjunto Santander de Artes Escénicas como punto de encuentro de la producción llevada al español, para que Benny Ibarra se adueñara de la tarima para desempolvar los orígenes y misterios de “Novecento”, personaje que también llegó a la pantalla grande con la adaptación cinematográfica de Giuseppe Tornatore (sí, el director de “Cinema Paradiso”, y con música de Ennio Morricone) con el título “La leyenda del pianista en el océano” en 1998.Con la frase “Siempre pasaba lo mismo…”, Benny Ibarra dio inicio a la historia, poniendo en contexto las condiciones de ese afamado barco, de los mil tripulantes que lo acompañaban, de las ambiciones de llegar a América, del encuentro con el jazz.Poco a poco, relató las anécdotas que su personaje, un juvenil trompetista de 17 años de edad y apasionado por el jazz, vivió al conocer al pianista “Novecento”, de cómo la banda musical brindaba espectáculos a las clases más aristocráticas del monstro navegante que bien podría compararse con el Titanic, pero también cómo compartían la euforia rítmica en los rincones del barco ante las clases más desfavorecidas, entre turistas y migrantes de todo tipo.El nostálgico trompetista recordó, a modo de monólogo, los orígenes del pianista, un pequeño niño encontrado en altamar por quien sería su padre, el mismo Danny Boodman, un navegante que no dudó en inculcarle el amor a la música y además bautizarlo cariñosamente como “Novecento” al nacer justo en ese siglo.Acompañado solo por un banco marrón, Benny Ibarra dio cátedra escénica arropado por el fondo oscuro de la tarima, sin titubeos recorrió esta dramaturgia que no solo le implicó dar voz a múltiples personajes de la historia, sino también ser quien aderezaba con sonidos vocales que recordaban los arranques frenéticos del jazz, los murmullos del océano y el bullicio de la tripulación.El trompetista también memoró el duelo pianístico que “Novecento” tuvo con Jelly Roll Morton, a quien se le consideraba como el inventor del jazz, y el revuelo que esto causó entre la tripulación y los turistas.LS