La llegada a la presentación del legendario tenor italiano Andrea Bocelli se anunció con las carpas de acceso ya visibles, pero antes de eso, el tráfico a Las Cañadas Country Club hizo que los siete kilómetros desde el estacionamiento al Club de Golf tomarán casi una hora. Y después de todo, a juzgar por la asistencia de más de cinco mil personas, el cantante de 64 años y los organizadores del concierto que anoche se llevó a cabo, pueden apuntarse un éxito.La gente comenzó a abarrotar el área de asientos y media hora antes de comenzar ya lucía lleno, avanzar era difícil y la pericia de los meseros era admirable. Horas antes, locales de comida y expendedores de bebidas hacían su agosto con el río de gente, conformado por familias, parejas y algunos despistados a quienes el hambre obligó a ignorar las filas, todo para hacerse con un premio consistente en papas, emparedados o frituras (hubo viandas más sofisticadas, claro). El maestro Eugene Kohn estuvo al frente de la Orquesta Filarmónica del Desierto y el coro de la Escuela de Ópera de Saltillo que, sonoros y potentes, arrancaron con la más conocida suite de Bizet, para dar paso al tenor italiano, que cantó la célebre 'La donna e mobile' y un aria después, intervino la soprano María Aleida con una pieza de zarzuela, lo que dejó listo el ánimo para el retorno de Bocelli, que lució un smoking dorado, para entonar dos temas de Chénier, acompañado de Aleida.Ahora, los gráficos de las pantallas centrales guardaban relación con cada canción, mientras las laterales reproducían lo que sucedía en el escenario, donde dos bailarines enmarcaron ciertas obras musicales. Así, tocó turno para la actuación del flautista Andrea Griminelli, quien ejecutó una selección de 'Czardas', piezas derivadas del folclor húngaro. Pero fue después de un aria de 'La Boheme' y otra de 'La Traviata' que concluyó la primera sección. Finalizado el intermedio, con dirección de Nathaniel Espinoza, comenzó la orquesta con la popular 'Adiós Nonino', de Piazzola, a lo que siguió una canción de zarzuela de Moreno Torroba, 'Amapola' de José María Lacalle y el clásico de Agustín Lara, 'Granada'.Subió el tono y la algarabía con reconocidas canciones populares como 'Funiculi Funicula' y 'O Sole Mio'; también su afamada 'Vivo Per Lei' (a dúo con Carolina Ross, que antes interpretó uno de sus temas), 'Canto della Terra' y la versión del tema inmortal de Consuelo Velázquez, 'Bésame Mucho', para cerrar de forma estelar con el aria 'Nessun Dorma'.En cuanto a lo visual y lo sonoro, no debe haber reproche a un concierto que despertó tanta expectación. Tampoco al probado carisma del cantante, al que celebró su audiencia con ánimo desbordado y festivo. A través de las distintas redes sociales, muchas personas del público se manifestaron molestos por la logística del evento, desde lo complicado para llegar al lugar, hasta la falta de calidad de los baños y los precios de las bebidas. CT