Tras las nominaciones a los Golden Globes 2022, la película Amor sin barreras, dirigida por Steven Spielber, sigue dando de qué hablar.La esperada adaptación de una de las historias más emblemáticas de la cultura popular del siglo XX, el musical original de Broadway de 1957. La nueva película transporta a la década de los años cincuenta en Nueva York para revivir el icónico romance de juventud entre Tony y María, y ser testigo de la rivalidad entre dos pandillas de la zona del Upper West Side en la ciudad.Amor sin barreras honra al poderoso legado de su antecesora, ya que une el talento de lo mejor de Broadway y Hollywood. La famosa historia cobra vida en 1957 con el célebre musical del mismo nombre y continúa cuatro años más tarde con la primera adaptación para el cine. A lo largo de seis décadas, la historia se ha convertido en un símbolo cultural estadounidense que a su vez supo conquistar a espectadores de todos los continentes.La historia de Tony y María cobró vida por primera vez el 26 de septiembre de 1957, cuando el musical Amor sin barreras estrenó en el Winter Garden Theater de Broadway. La obra es el resultado del talento de cuatro genios indisputables e íconos del teatro musical: El director y coreógrafo Jerome Robbins, el compositor Leonard Bernstein, el letrista Stephen Sondheim y el dramaturgo Arthur Laurents.El espectáculo tuvo un largo período de gestación. Robbins concibió el musical en 1949, en base a un argumento que ideó junto con Bernstein y que giraba en torno al conflicto entre una familia irlandesa católica y una familia judía que vivían en el Lower East Side de Manhattan.En 1955, luego de reunirse con Laurents, según cuenta la historia, el dramaturgo y guionista les propuso el tema de las dos pandillas de adolescentes de Nueva York, una de puertorriqueños recién llegados y la otra de descendientes de inmigrantes europeos de clase obrera.El proyecto tomó forma y comenzó a articularse y, aunque el financiamiento no fue fácil de obtener, los ensayos comenzaron en julio de 1957. Luego de una función de prueba en Washington, D.C., el espectáculo se estrenó en Broadway y obtuvo críticas excelentes.En el Winter Garden Theater se presentó 732 veces, y desde entonces ha cobrado vida en escenarios amateur y profesionales de todo el mundo.Si bien el musical cosechó elogios de la crítica y deleitó a los fans del teatro musical, no fue hasta el estreno de la película de 1961 que la historia conquistó al mundo. Dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins, protagonizada por Natalie Wood y Richard Beymer, Amor sin barreras fue un éxito sensacional de público y de crítica. Además de obtener diez premios Oscar y arrasar en la taquilla, marcó el comienzo del surgimiento del musical como fenómeno cultural.Como cuenta la hija de Bernstein, Jamie Bernstein, además de la película de 1961, hubo cuatro reposiciones en Broadway e innumerables producciones regionales en teatros de todas partes del país y en el extranjero, además de producciones en cines, escuelas secundarias y auditorios universitarios; una versión punk; una versión relatada por una mujer, realizada por Cher; y una producción en el famoso teatro lírico La Scala de Milán.Desde el momento en que empezó a soñar con hacer una nueva adaptación de Amor sin barreras, Steven Spielberg supo que honrar el prestigioso legado era una gran responsabilidad.Haciendo honor a ese respeto, el equipo creativo de la película consultó constantemente a los herederos de los creadores originales durante el largo período de preproducción, y las sugerencias que ofrecieron fueron escuchadas atentamente por todos.“A Steven le gusta tanto esta obra. Creo que debe ser un apasionado de todas las películas que hace, pero sin duda tiene pasión por ésta. Es extraordinario. Y los que conocen la obra van a tener verdaderas sorpresas con la película porque Tony Kushner, quien escribió el guion, hizo algunas cosas muy imaginativas y sorprendentes con la manera en la que se usan las canciones en la historia”, comentó, tiempo atrás, el recientemente fallecido Stephen Sondheim.El equipo detrás de la película, además, se comprometió desde un primer momento a contar esta nueva versión de la historia con una mirada diversa y étnicamente auténtica.“En el teatro, los actores, en su mayoría, no eran de origen hispano, y en la película de 1961, eran de treinta y pico de años, y muchos de los que estaban interpretando a los puertorriqueños eran blancos. Yo quería que el elenco fuera auténtico, para asegurarme de que los actores que interpretaban a los integrantes de los Sharks (la pandilla de origen portorriqueño) fueran ciento por ciento latinos, y jóvenes”, explica Steven Spielberg.Para eso, los realizadores incorporaron al equipo especialistas en la experiencia puertorriqueña en la ciudad de Nueva York, entre ellos, el bailarín, actor y director Julio Monge, que fue asesor del guion, entre otras cosas, y Virginia Sánchez Korrol, una profesora universitaria de Brooklyn, quien escribió trece libros sobre el tema de los latinos en Estados Unidos.Apoyada sobre un legado invaluable, Amor sin barreras mira hacia atrás para honrar el trabajo de quienes dieron vida a esta historia única, pero también mira hacia delante, dejando en el relato una impronta contemporánea acorde a los tiempos que corren, como solo Steven Spielberg puede hacerlo.Con información de The Walt Disney Company México.XM