Los ídolos saben hacer una entrada a lo grande, y esto ha valido para Alejandro Fernández esta noche de viernes 21 de octubre, desde que su convoy se acerca al acceso al palenque cerca de las 23:00 horas, flanqueado por patrullas de policía municipal, camionetas de la Guardia Nacional y los siempre indeterminados escoltas, acompañados por chiquillos y jóvenes que seguían las luces y sirenas.Y si ya gritaba el público que abarrotó el Palenque de las Fiestas de Octubre, cuando al filo de la medianoche salió al ruedo el cantante, todo fue un estruendo sostenido para recibirlo y cantar con él "Tantita pena", y más al llegar al tercer tema, de su padre, "Estos celos". Con todo, tras esa interpretación hizo mención de la situación que priva en la ciudad, la que -dijo- ojalá "recupere la paz". Ahora, después del impresionante coro que ayudó al intérprete con "Hoy tengo ganas de ti", previo a entonar "Más no puedo", un niño vestido de charro alcanzó el filo del escenario, le abrazó y entregó (todo indica) un reconocimiento. Y si los espectadores gritaron con "No lo beses", cuando sonaron las notas de "Qué voy a hacer", el pequeño coso se volvió un solo alarido. De ahí siguieron canciones de ausencia, un popurrí muy tapatío y mexicano (con toda la gente de pie), hits recientes -como la célebre "Caballero"- y de regreso al sufrimiento amoroso. Aquí vale destacar el ensamble de músicos que acompaña al artista, variedad instrumental que permite pasar del mariachi al pop, con saltos de arreglos con tuba, vientos, armónica y acordeón; contrastes rítmicos que hacían al respetable pasar de la intensidad a la alegría (incluso al baile), si algo puede decirse es que el Potrillo sabe manejar las emociones de sus fans con cada tema. Y así, manotazos al aire, aullidos, invectivas y un aire acondicionado insuficiente, hicieron el entorno festivo para cantar "Que seas muy feliz", a la que siguió "Me dediqué a perderte", y la audiencia se entonó aún más con "Canta corazón", "Nube viajera" y "Como quien pierde una estrella", tres muy conocidos éxitos de Alejandro.El encore, en esta noche especial, tras la prolongada y sentida solicitud del público, comenzó con "Se me va la voz", "Nunca dudes" y luego tuvo como protagonista el legado musical de su padre, Vicente Fernández, y el cantante se despidió de sus admiradores con un popurrí en el que resaltaron temas como "Las llaves de mi alma", "Por tu maldito amor" y "Mujeres divinas".Y como dijo el Potrillo, tras unos años sin pisar este escenario, "ha sido un gran regreso". CT