Alberto Cortez está de vuelta en Guadalajara para reencontrarse con sus amigos y seguidores, dentro de su gira “Un corazón sin distancia”. Acompañado al piano por Fernando Badia, el cantautor y poeta argentino llega con un repertorio para complacer: “Yo canto las canciones que la gente quiere escuchar. He tenido la suerte de que mucha gente ha adoptado determinadas canciones para su gusto personal, y que después me las reclaman. Antes de que me las reclamen y se forme un lío en el teatro, esa rimbombela que tiene el público con su artista yo las pongo directamente en el repertorio y las aceptan”.Con una larga carrera a cuestas, Alberto ya sabe cuáles son las favoritas de sus fans: “Todo lo que tenga relación con la familia. Es importante aclararlo, mucha gente no se da cuenta, pero siempre tenemos una relación directa con el mundo familiar. Yo creo en la familia, en la madre, el padre y el espíritu santo, para decirlo de alguna forma. Yo canto canciones de mi casa, tu casa, nuestra casa, cosas por el estilo”. Tocar estos temas íntimos no fue algo premeditado. “Eso va naciendo con uno, a medida que avanza en el tiempo, mientras avanzamos en la vida nos damos cuenta de las cosas que realmente son valiosas para el espíritu, para el alma y para cada quien”.De las cosas que le motivan a escribir, el argentino comentó que le inspiran: “Todas las cosas que tengan sensibilidad. Desde cantarle a un perro o una mosca: está el poema de Antonio Machado. Cada vez que lo canto parece que me estoy cantando a mí mismo, de una manera tan profunda. Porque hay una similitud de ideas, me parece muy lindo hacerlo”.Alberto nos compartió cómo fue ese proceso de convertirse en compositor: “Como autor tuve que hacer una carrera de conservatorio. No me siento en el piano y hago pum, pum, pum, y ya compuse una canción. Tuve una época de informarme del idioma de la música. Porque es un idioma, aunque eso no mucha gente lo reconoce. Es un idioma tan profundo, o más, que el propio idioma que hablamos. Hay que meterse mucho para entender a personajes como Bach, como Beethoven, que son los pioneros de la gran música que ahora tenemos la suerte de disfrutar”.Como versificador, el también poeta comentó: “Yo no soy un anglófilo, soy más un francófilo. Aprendí a hablar francés en Francia, pasé un tiempo largo y tengo mis gustos basados en la gran poesía de la canción francesa. Es una de las canciones del mundo que más cuida el idioma, sobre todo el idioma poético. Las canciones que cantaba Edith Piaf, y fundamentalmente Jacques Brel, es uno de los grandes poetas. El hombre ya se fue, vive en las estrellas, probablemente vecino de mi padre, pero está enterrado en una isla perdida del Pacífico, allí está su cadáver: la virtud permanece viva a través de la música, para los que amamos la música”.Como cantante, Alberto Cortez ha disfrutado del éxito y de saber que la gente ha hecho de sus canciones parte de su vida: “Es un privilegio, lo sé. Además de serlo por ganarme la vida cantando (mucha gente no lo consigue). Es saber que participo de la aventura épica. No épica por batallas, si no por escribir un poquito mejor, hacer que nuestro idioma sea un poco más rico”. En ese sentido, Alberto resaltó la forma de la poesía, en particular de la rima: “Soy un rimero, algo que desaparece en el mundo de la poesía moderna: la rima. Me sigue gustando el sonido de la rima, cada palabra tiene su forma”.Asiste Alberto Cortez/ Teatro Galerías, hoy a las 20:30 horas. Boletos en taquilla: de 900 a 1,800 pesos.