Este jueves Deep Purple se despidió del público tapatío en el Foro Alterno. Momentos de incertidumbre vivieron los fans del grupo cuando pasaban de las 8 de la noche y el acceso todavía no comenzaba.El retraso se debió a la revisión de Protección Civil de Zapopan, con el detalle de la carencia de extintores y toldos sueltos, según el área de comunicación social de Bomberos de Zapopan. El tema se solucionó. Cerca de las 8:30 los cientos de fans formados en las afueras del lugar empezaron a pasar, ya sin contratiempo. En punto de las 9 el grupo sueco In Flames subió al escenario para cumplir con su presentación como teloneros de la noche. Desde el principio de su set su vocalista, Anders Fridén, lanzó saludos y exhortó a los presentes a gritar con él y mover la cabeza al ritmo del metal. Antes de cantar "Cloud Connected" el vocalista volvió a llamar la atención para encender el ambiente: "No pueden estar sentados en esta canción, gente: tienen que estar de pie y bailar". "Levanten las manos, México", agregó a media canción, con la aceptación de los presentes.A mitad de su concierto, In Flames dijo: "Estamos honrados de tocar con Deep Purple. Cuando nuestro mánager nos dijo que vendríamos a tocar con ellos a México tuvimos que revisar el calendario y ver que no fuera día de los inocentes", bromeó. Luego de una hora de compartir su música, In Flames se despidió con "The End". La espera para ver el último concierto de Deep Purple en la ciudad no sé extendería tanto como la del acceso, pues quince minutos más después de In Flames siguió el show de los estelares. Este es el sexto de diez conciertos de la agrupación Deep Purple en México, dentro de su Long Goodbye Tour en el país. Los británicos celebran este 2018 medio siglo de existencia, fundamental para el desarrollo del metal. Con una carrera que arrancó con el álbum Shades of Deep Purple, de 1968, la banda cuenta con una veintena de discos de estudio, siendo Infinite su más reciente (de 2017).El grupo abrió con "Highway Star", clásico de su placa Machine Head, de 1972. Le siguió "Pictures of Home" y "Bloodsucker". Ante un Foro que registraba una buena entrada. Por cierto, el 'venue' se dividió como si se tratara de un festival: preferente 'A' y 'B', el primero contando con sillas y con tapatíos que ya pintaban bastantes canas y barbas pronunciadas, y es que "Nosotros los hicimos grandes, desde chico ponía mis viniles y los escuchaba, esto es lo original, todo lo demás son copias mal hechas", nos explayaba Mario Romero Villegas jalisciense de 68 años que no dejó de moverse un sólo momento al compás de los británicos, era la primera vez que los veía en Guadalajara, hace años tuvo la oportunidad de verlos en el mítico festival Woodstock.'Demon's Eye', 'Sometimes I Feel Like Screaming', y 'Uncommon Man' continuaban la velada con un Ian Gillan que a pesar de tener 73 años alcanzaba a la perfección las notas altas. El cuero es el que envejece, no así el talento.El escenario lució de primer nivel: dos pequeñas pantallas a los costados y un gran plasma que abarcaba toda la parte central superior y que retrataba hasta el más mínimo detalle de Gillan, Ian Paice, Roger Glover, Steve Morse y Don Airey."Hola Guadalajara estamos felices de estar aquí, mucha gracias", fueron de las pocas palabras fuera del 'scrip' que prenunció la banda, empero, no dejaron de mostrar su felicidad con sonrisas y el éxtasis de hacer sonar cuerdas, tarolas y teclado.Llegaba el 'encore' y con él un himno no sólo de Deep Purple, sino de la música del rock de toda la historia. Steve Morse se perfiló hasta la parte más cercana al público, todas las luces lo apuntaron y sonaron los riffs: "Smoke on the Water", aquella canción lanzada en el 72 e inspirada gracias a un incendio en el concierto Frank Zappa. El final llegaría con otras dos clásica melodías: "Hush", cover del estadounidense Joe South y 'Black Night' de The House of Blue Light.Así pues se dio lo que en teoría fue la última presentación de Deep Purple en Guadalajara, pero como la misma historia del rock, todo es impredecible.