Hasta 10.7 millones de mexicanos podrían vivir en pobreza laboral —es decir, la población que no puede adquirir la canasta básica alimentaria pese a tener un ingreso— en el segundo trimestre de 2020, como consecuencia del coronavirus, alertó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).La dependencia advirtió que la falta de políticas públicas del Gobierno federal para apoyar a la clase media hará que un número mayor de personas caigan en la pobreza. Quienes se encuentran en mayor desventaja son las mujeres, los trabajadores formales e informales, los desempleados y las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).“La crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleven a encontrarse en condiciones de pobreza o vulnerabilidad”, señaló Coneval en un estudio publicado ayer, en el que estimó que las afectaciones serán más severas en las áreas urbanas. El organismo dibujó este escenario basándose en los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). De acuerdo con los datos generados por Coneval, entre 9.3 y 12.3 millones de personas salieron de la pobreza extrema durante la década de 2008 a 2018. Sin embargo, estos avances podrían perderse a causa de la contingencia sanitaria que México enfrenta en condiciones de vulnerabilidad, debido a la alta precariedad laboral y el estancamiento económico.Ante los efectos en la economía que tendrá la pandemia de COVID-19, 31% de las empresas en México tendrán que despedir personal y al menos seis de cada 10 unidades productivas prevé que se cancelarán o se aplazarán inversiones.Así lo estimó la consultora PWC, según la tercera edición de su encuesta sobre el pulso de los directores de finanzas de las compañías y su respuesta ante los nuevos desafíos del coronavirus.La firma informó que 91% de las empresas estimó una mayor contención de gastos y 31% calculó un cambio en los planes de financiamiento.En cuanto a la modificación de los planes de inversión, los líderes financieros aseguraron que las más afectadas serán las relativas a la infraestructura, las operaciones, la fuerza laboral y las tecnologías de la información.PWC explicó que 81% de las empresas consideran que la actual crisis podría mejorar la resiliencia y la agilidad de los negocios.A la par, siete de cada 10 establecimientos consideran que flexibilizará las condiciones laborales, en aspectos como el horario o la localización geográfica de los trabajadores, al tiempo que crearán nuevas formas de servir a los clientes y de optimizar las operaciones.
