Los centros de préstamos prendarios en México son utilizados, al menos, por 13 millones de mexicanos anualmente, con créditos por un monto promedio de mil 600 pesos por individuo y una derrama total de 42 mil millones de pesos (MDP) al año. Estos datos, recopilados en el estudio “El Mercado de Préstamos Prendarios en México: Quién lo usa, cuánto cuesta y qué tanta competencia”, muestra que a pesar de las diferentes formas de financiamiento, el préstamo prendario es un motor económico de la sociedad mexicana.“Los beneficios de esta fuente de financiamiento permiten a las personas obtener capital inmediato a cambio de objetos o bienes que se mantienen en resguardo y en perfectas condiciones, y que podrán recuperar, protegiendo así su patrimonio”, señala la investigación. La directora de Administración y Finanzas de Nacional Monte de Piedad, Fernanda Langarica, explicó que, a lo largo de los años, los mexicanos han elegido y adoptado diferentes métodos para financiar sus actividades diarias, pero el sector prendario destaca por el “impacto que tiene en la economía de millones de familias mexicanas que lo han convertido en una opción confiable”.Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), existen en México más de 10 mil casas de empeño en 993 municipios, y casi 17% de la población adulta del país utiliza el préstamo prendario.Debido a que no cuenta con ingresos que rebasen los cinco salarios mínimos, 78% de las mujeres jefas de familia carece de acceso a vivienda de interés social, pues no alcanza a ser sujeto de crédito, afirmó la diputada Fabiola Loya Hernández, secretaria de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.Frente a ese impedimento para aspirar a créditos de vivienda, la legisladora pidió a la Comisión Nacional de la Vivienda (Conavi) establecer un esquema que las considere sujetos de apoyo prioritario en la implantación y vigencia del Programa de Vivienda Social.Loya Hernández indicó que sólo 2.4% de las trabajadoras obtienen ingresos suficientes para acceder a un financiamiento de vivienda, pese a que los hogares con jefatura femenina representan 28.5% del total.